Nueva York.- Otra presentación de Serena Williams en el US Open, esta vez con más nervios, tensión y drama. La gran favorita a retener el título en Nueva York sufrió contra su compatriota Bethanie Mattek-Sands (101º), pero le ganó 3-6, 7-5 y 6-0 y sigue forjando su sueño de obtener por primera vez los cuatro Grand Slam del mismo año.
Serena tenía dos objetivos: primero quería mejorar tras la dura victoria sobre la holandesa Kiki Bertens (110ª), pero no lo hizo, hasta que se soltó y quebró mentalmente a su rival para imponerse sin problemas recién en el tercer set. Este viernes, por la noche, la menor de las Williams dio una nueva muestra de que está muy presionada por conseguir esa hazaña histórica y por algo apenas concretó seis de sus 21 chances de quiebre.
La Nº1 del mundo, cabe recordar, está ahora a cuatro victorias de hacer su carrera histórica aún más histórica. Si gana este certamen, logrará el año calendario del Grand Slam, que nadie repitió tras lo hecho por Steffi Graf en 1988, y ella también alcanzaría 22 títulos de Grand Slam, lo que empataría el récord de la Era Abierta de la propia alemana.
