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De mi bitácora: De la Revolución de Abril 1965

LA VOZ DE LOS QUE NO LA TIENEN ||
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Cuando se decide que buques de la Marina cañoneen el Palacio Nacional que estaba ocupado por miembros del Partido Revolucionario Dominicano. En mi silencio interior sabía que era difícil que los proyectiles impactaran el Palacio. Los cañones no eran dirigidos por un control de disparo controlado por un radar.

Al comenzar los disparos mi mente está rogando a Dios por mi abuela materna que residía en la calle Abreu No. 51, San Carlos y demás familias. En ese momento se me acerca el comandante Francisco Rivera Caminero y me pregunta ¿Qué piensas? Le contesté: De esta posición mi abuela que vive en la Abreu 51, está detrás del Palacio, él me dice: mamá vive adelante en la Moisés García. Fue un cañoneo nutrido. El Palacio quedó en control del Ejército Nacional. Los Constitucionalistas trataron 22 noches de entrar al Palacio. No pudieron y varios murieron en esos tiroteos.

Cuando salimos para ver nuestra familia, yo fui a saber de mi adorada abuela materna Doña Ana. Cuando nos abrazamos me dice: Ustedes si tienen mala puntería, los proyectiles pasaban lejos del Palacio y ya tú no vas a comer más jobos, ven a ver, un proyectil partió la mata de jobo, por poco tumba la casa. La mata estaba a unos diez pazos de la casa, el patio pequeño y ramas del árbol estaban encima de la cocina.

Antes de ir donde mi abuela pasé frente al Palacio y no vi un impacto de los disparos de los buques. Sí los perredeístas salieron cuando comenzaron los disparos. Se logró el objetivo. Abuela me dijo que ninguna familia fue herida, lo que me causó alegría.

Consérvense bueno. Una alegría, amor, aceptación, bendición y agradecimiento totales. Estas son las cinco actitudes de Dios. El autor es vicealmirante retirado de la Armada Dominicana.

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