Moradores del sector Invisea del distrito municipal de San Luis, en Santo Domingo Este, están viviendo momentos insoportables debido al deterioro de la cloaca que desborda los desperdicios humanos en medio del caserío que conforma ese lugar, situación que padecen desde hace más de 8 meses, sin que la autoridad competente se interese en resolver ese problema.
Los vecinos comentan que su viacrucis empezó cuando el director de la Junta Municipal de San Luis, Rodolfo Valera, llegó al barrio con una brigada para construir las aceras de las calles principales y en los trabajos perforaron las tuberías del agua y las que lleva los desperdicios a los pozos sépticos, dejando más daños que soluciones.
“Todo fue un montaje en campaña para ganarse el favor de los votantes, por lo que hemos acudido en varias ocasiones al Ayuntamiento para que reparen las averías causadas, pero solo hemos recibidos muchas promesas”, manifestó Anicasio de la Cruz.
Asimismo, el profesor Franklin Torres, uno de los más afectados por su cercanía con la cloaca, explica que por estos inconvenientes muchos niños y ancianos han enfermado, ya que el agua de la tubería que utilizan para bañarse y preparar los alimentos se contamina con las aguas residuales; también el derroche del líquido aumenta la proliferación de mosquitos, razón por lo que pidieron a Salud Pública que envíe un equipo a fumigar.
Otra que sufre en carne propia el hedor que expide el pozo residual es la señora Kirsy Cabreja, quien tiene el desagüe en el callejón de su casa, por lo que se ve obligada a abandonar su techo por largos ratos hasta que disminuye el olor nauseabundo que infecta a la barriada.
“Nadie se ha conmovido con nosotros, ni Salud Pública, Medio Ambiente y mucho menos el Ayuntamiento, pese a que hemos ido hasta a Obras Públicas, por lo que nuestra situación es insufrible y no hay quien asuma esa responsabilidad”, expresó Cabreja.
Cañada
Además de las aguas residuales, a pocos metros, en el barrio La Emplanada se encuentra un peligro inminente que puede arrebatar vidas, como es la cañada que recorre ese sector, donde decenas de niños y niñas tienen que pedir ayuda a los adultos para poder cruzarla, mientras otros se arriesgan solos.
Ante esta situación los residentes se unieron para encachar con sus propios recursos parte de la quebrada, pero luego el Ayuntamiento asumió el trabajo y en vez de hacer un puente que sobresaliera a las zanjas, lo hizo al mismo nivel dejando un problema mayor.
“Ahora cuando llueve y la cañada se desborda, los estudiantes no pueden ir a la escuela porque no encuentra cómo cruzarla. Esto pudo ser fácilmente solucionado por los trabajadores del cabildo si hubieran usado su sentido común y levantado el puente más alto”, indicó el maestro Franklin Torre.
Los habitantes de Invisea y La Emplanada suplican a los nuevos incumbentes del Ayuntamiento del Distrito Nacional mirar con ojos de compasión el calvario que viven, para que los males que les afectan sean erradicados por el bienestar de los miles de ciudadanos que sufren cada día el abandono de funcionarios que no asumieron sus responsabilidades.
Autoridades provocan más daños que soluciones en San Luis
LA VOZ DE LOS QUE NO LA TIENEN ||
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