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No hay dictadura de partido, sino falta alternativa de oposición.

LA VOZ DE LOS QUE NO LA TIENEN ||
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Hemos escuchado a connotadas figuras de la sociedad dominicana exclamar a mandíbula batiente, que en República Dominicana no existe un sistema de partido, sino una dictadura de partido único impuesta por el oficialismo, sin embargo se trata de una mentira dicha tantas veces, que empieza a perecer verdad. Pero afortunadamente solo hay una verdad y es la  absoluta.
 
La causa de que el Partido de la Liberación Dominicana haya gobernado 16 de los últimos 20 años, tiene dos razones. La primera es que el PLD actualmente rima con la mayoría social del pueblo y la segunda, es que la oposición no ha sabido posesionarse en torno a un líder con el  carisma necesario para ser considerado una real alternativa de poder.
 
Todo empezó con elección del doctor Leonel Fernández en 1996, tras vencer al fenecido líder histórico del PRD, doctor José Francisco Peña Gómez.  En aquel entonces, el pueblo elector se enloqueció con aquel joven abogado de 42 años de edad y lo convirtió en Jefe de Estado y a la vez heredero político, social y económico de las fuerzas de centro derecha y centro izquierda a vez con la edición del “Frente Patriótico” liderado por Juan Bosch y Joaquín Balaguer.
 
El estilo de Leonel en la Jefatura del Estado con Danilo en la dirección de gobierno, fue la espinita que hasta ahora sigue clavada en el corazón de un pueblo que ha visto como su nivel de vida se ha incrementado de forma positiva, a tal punto que ya se habla de un gobierno digital. El país está viviendo a cabalidad la era del conocimiento y la información.
 
La oposición política recibió a tan solo cuatro años del inicio del nuevo camino la gran oportunidad de llegar al gobierno y demostrar que conocía las necesidades del pueblo y que estaba en condiciones de dar respuesta a sus demandas. Sin embargo demostró todo lo contrario. Una vez en el poder a partir del 16 de agosto del año 2000, las contradicciones internas, acompañada del hambre de poder y el deseo de llevárselo todo a sus cuentas personales, la llevó a perder el poder de manos de la misma persona de quien lo recibió.. Leonel le entregó el poder a Hipólito Mejía y a Leonel se lo devolvió el mismo Hipólito en un intento fallido por reelegirse.
 
A la fecha de hoy, el PLD sigue  enclaustrado en el corazón del pueblo con el presidente Danilo Medina en la primera magistratura del Estado.  Para muchos que ahora incursionan en política, le he difícil ver el parecido entre la forma de gobernar de Leonel y Danilo y la clave está en que uno tras ser colaborador del otro, ha perfeccionado y posteriormente aplicado un estilo diferente…. corrigiendo lo que está mal, continuando lo que está bien y haciendo lo que nunca se hizo.
 
Por esa combinación es que la oposición no ha podido cuajar en su intención de volver al poder. El país va de viento en popa y a toda velocidad hacia buen puerto. No obstante, un día habrá una oposición capaz de sacar del poder al PLD, pues todo lo que sube debe bajar por ley gravitacional. Mientras tanto habrá PLD para rato.
 
La elección de Luis Abinader como candidato presidencial del Partido Revolucionario Moderno (PRM) fue desde el principio un proyecto de nación equivocado, ya que el joven empresario nunca mostró tener dote de estadista y su negativa a reconocer el triunfo de Danilo lo demuestra. Hay que saber perder y hacerlo con elegancia.

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