De Migraciones y Dominicanidad

LA VOZ DE LOS QUE NO LA TIENEN ||

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Rechazo rotundamente la campaña que presenta a los dominicanos como esclavistas y violadores de los derechos humanos de sus nacionales por parte de los funcionarios haitianos. Los que han cabildeado en países desarrollados sentimientos adversos en contra del pueblo dominicano, logrado que los Alcaldes de Nueva York y Toronto nos acusen de deportaciones masivas sin aun haber comenzado a deportar indocumentados; de convertir en apátridas a descendientes de haitianos nacidos en territorio dominicano, lo que tan poco es cierto, la Junta Central Electoral está llamando a más de 55 mil ciudadanos a recoger sus certificados de nacimientos y cédulas de identidad por las Oficialías Civiles correspondientes. De lo cual estamos pendientes de que no se quede ni un solo dominicano sin retribuirle sus derechos,fue un hecho que nunca ningún dominicano debió  vivir.
 
Tengo muy claro que vivir en países de nacionalidades ajenas a la nuestra, es sumamente complicado, estresante, comprometedor y hasta peligroso. Nosotros lo sabemos. Peor aún, los que no poseen documento de estadía legal que requieren las leyes de cada país. Nosotros, los que hemos vivido y vivimos en el exterior, bien sabemos, unos por experiencia propia; otros por vivencias ajenas.
 
Si bien no estuvimos de acuerdo con la negación autocrática a dominicanos que tenían documentos oficiales, decisión personal del Presidente de la Junta Central Electoral, como tampoco de negarle el derecho dado por la Constitución de la adquisición de la nacionalidad dominicana de todo nacido en el territorio nacional, con las excepciones taxativas que también cita, sí ESTAMOS DE acuerdo con que se organice la estructura social dominicana; de que se facilite la legalización de extranjeros que por diversas circunstancias,  que han decidido asentarse en nuestro país.
 
Reconociendo que la legalización de miles de ciudadanos haitianos va a llevarles tranquilidad a esas familias acostumbradas a vivir  y cooperar con sus manos de obra al desarrollo del país , la legalización les garantiza que en lo adelante puedan realizar negocios financieros con la banca formal, emplearse con el disfrute de las prestaciones sociales y los beneficios marginales, podrán hacer su vida privada sin el temor de padecer chantajes o presiones tanto de sus coterráneos como de dominicanos, especialmente, de contratistas o patrones.
 
Los haitianos  y de otras nacionalidades con documentos oficiales de permanencia en el país son bienvenidos y tratados en igualdad de condiciones de los dominicanos; los que entren de manera irregular  es un derecho soberano del estado dominicano deportarlos, garantizándoles  siempre  un debido proceso y el respeto de sus derechos humanos.
 
Nos  permitimos sugerirle a las autoridades de los Estados Unidos, Francia, Canadá, Venezuela, Brasil y de las isla del Caribe que apoyen a nuestro hermanos haitianos instalando en Haití parques industriales, hospitales, escuelas, invernaderos; llevarles tecnología de punta para la producción agrícola, reservorios de agua, exportación de rubros, etc. La República de Haití merece mejor suerte, ¡mejores gobernantes!
 
Así somos los dominicanos,
Dip. Adelys Olivares
Dominicanos en el exterior Circ. # 2