Trovian2: Encuentros cercanos con varios tipos

LA VOZ DE LOS QUE NO LA TIENEN ||

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Transitando por mi ciudad (a pesar de que me queda poco de esa “propiedad”, consecuencia de las grandes desigualdades sociales, que me la roban un poco cada día….), en diferentes días y lugares, tuve varios encuentros, los cuales quiero compartir…
 
Unos me dejaron perpleja, ofendida, decepcionada e impotente y otro me devolvió la sonrisa y la capacidad de seguir y persistir teniendo fe, fe y esperanza en que aún queda alguien o varios alguien que no han negociado, ni se han reciclado a limites tales que perdieron la esencia….
 
Y se creen seres superiores.
 
¡Es una pena!
 
Un encuentro…
 
El exdirigente estudiantil de la UASD, el que defendía a los cuatro vientos una sociedad más justa y equitativa. Graduado de Economista y en los últimos tiempos comunicador (palabra y oficio de moda, producto de la magia peledeísta y que reporta incalculables riquezas), el licenciado Euri Cabral.
 
Lo vi desmontándose de forma rápida y aparatosa de un vehículo de lujo, en el cual, rápidos y veloces 2, 3 o 4 guardaespaldas (pagados por el Estado) lo custodian.
 
¿No sé de qué o de quien?
 
Otro encuentro…
 
El exrector de la UASD y abogado de los tribunales de la República, profesor de muchas generaciones, el Dr. Franklin Almeyda, quien con sus escoltas (incluido un franqueador), casi me atropellan una tarde.
 
Y ¿aún no sé de qué o de quien se protege?
 
Otro encuentro….
 
Un abogado de los tribunales de la República, por cierto que no le conozco cargo público, el otro día, entraba con la rapidez de un bólido o un ciclón con un grupo de 8 o 10 hombres que lo rodeaban celosamente, y que impedían pudiéramos distinguir, los que nos encontrábamos allí presente, quien es la persona que cuidan. Claro está, tampoco colabora con nuestra curiosidad, la baja estatura del personaje en cuestión, pero tengo una manía no superada de curiosidad; hice esfuerzos por identificar ese “tesoro de baja estatura” y cuando al fin logré verlo e identificarlo, vi que se trataba del licenciado Vinicio Castillo Semán…
 
Y de nuevo la pregunta: ¿no sé de qué o de quien se protege?
 
Y el otro encuentro…
 
Esa misma mañana, desmontándome de mi vehículo, escucho una bocina, una y otra vez, pensé que era el ruido habitual de mi ciudad, pero luego distinguí a una mujer con una sonrisa franca y linda, que baja el cristal y me llama por mi nombre, me saluda con el mismo cariño y afecto que me brindaba hace más de 20 anos, en las aulas y pasillos de la UASD. Este pequeño gesto, aparentemente insignificante, me llenó de alegría, de fe. Le devolví el saludo cariñoso y ella siguió su camino. De nuevo quedé atónita, perpleja, sorprendida; pero con una sonrisa. Ella iba manejando su vehículo, sin compañía de guardaespaldas o chofer. Iba sola…..
 
Con sus muchísimas sentencias, con sus muchísimos presos, imponiendo cientos de años a delincuentes de poca monta y de mucha monta, pero, andaba sola, con su esencia intacta… Ella es Miriam Germán, Honorable Jueza de la Suprema Corte de Justicia.
 
¡Con este encuentro no tuve que preguntarme nada!