¿Qué está sucediendo que motiva e impulsa al doctor Guillermo Moreno sentarse en una mecedora en ayuno, lectura, silencio, reflexión, solo tomando agua, en la parroquia Cristo Rey? Las neuronas inquietas buscan y recuerdan a Gandhi en un ayuno, hablando por la radio a toda la India: “No os preocupéis por lo que están haciendo otros. Cada uno de nosotros debe volver la luz hacia adentro y purificar su corazón tanto como sea posible. Estoy convencido que si os purifican suficientemente, ayudareis a la India y acortareis el período de mi dieta”.
Gandhi hizo la humildad y la verdad más poderosa que los imperios. Demostró tan fuerte y convincentemente el poder del espíritu sobre las cosas materiales.
Su virtud de patria libre lo enfrentó al opresor inglés con las armas de la bondad, la honestidad, la humildad y la resistencia pasiva. Ganó tantas victorias con ellas solamente. Empleó en sus triunfos extraordinarios los medios no comunes. La no violencia fue su bandera libertadora.
Gandhi le escribió una carta a Rajkumara el 29 de agosto de 1947, nueve días después de la libertad de la India. “La humanidad es un océano. Si unas gotas del océano están sucias, el océano no se ensuciará. Soy un luchador por nacimiento que no conoce el fracaso. Siempre es posible corregir la conducta para aminorar un mal y al final, sacar bien del mal”.
Me sentí muy triste cuando mi padre me dijo: Ayer 30 de enero de 1948, un joven disparó un revolver y mató a Gandhi. Pensativo le contesté: Papi, Gandhi fue como Juan Pablo Duarte, libertador, culto, íntegro, honesto, entregó su vida por la libertad de la India. Su legado es el valor, lección de la verdad, su arma el amor. Su vida será un monumento. Pertenece a todos, a la humanidad.
La humanidad se empobreció porque un hombre pobre había muerto. El general George Marshall lo vivió como el vocero de la conciencia de la humanidad. El ciudadano inglés Philip Baker expresó: «A Gandhi lo llamaron el amigo de los más pobres, los más solitarios y los perdidos”.
El doctor Guillermo Moreno está en su interior en la fuerza del espíritu ejerciendo la técnica de Gandhi. Su lucha nos dice que son energías morales, intereses de llevar una vida plena, hacia adelante, realizaciones para el bien común, mejoría de vida. Ver realizar lo que hace estar bien, tener fuerza de vida en la mente y en la voluntad mantener la naturaleza instintiva de avanzar en armonía. Que el hombre ha convertido nuestra patria en la realidad de que la vida no es un orquidiario y flores sin espinas. Él lo vive y por eso desafía la corrupción y la impunidad que borran el color de alegría de la vida del dominicano.
Como estoy en la oxidación hago el ejercicio de estar recordando. Tagore nos deja: “Si nadie responde a tu llamado camina solo, camina solo”. Y el filósofo Epícteto: “No somos huérfanos ni estamos solos, somos hijo del amor de Dios”.
El dominicano debe insistir, insistir en ser Duartiano: “Todo poder dominicano está y deberá estar siempre limitado por la ley y esta por la justicia, la cual consiste en dar a cada uno lo que en derecho le pertenezca.
El autor es vicealmirante retirado de la Armada Dominicana.
De mi Bitácora: de Mahatma Gandhi al doctor Guillermo Moreno
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