Con el debido respeto aceptamos la invitación de proponer un propósito que hace el periódico Diario Libre en su editorial del 6 de septiembre de 2013.
Juan Pablo Duarte está vivo y nos pregunta ¿qué sucede con la institucionalidad. Porqué esta degradación política? ¡No aman la Patria! Con reverencia le contesto: No ejercen el ideal, el amar a la Patria libre, sana y próspera. No les interesa vuestra doctrina, no hay acciones de patria, quieren borrar los hechos de nobleza, de entrega íntegra por el bienestar de todo. Nuestro propósito es un cambio del sistema político actual. Por una generación de políticos Duartianos que den vida al documento irreversible de la moral, el Decálogo Duartiano. De seguro el saqueo al erario con los males sociales no estaría destruyendo toda la nación.
Decálogo Duartiano:
1-Ama a tu Patria con amor invariable y entrega total.
2-Ten fe en tu pueblo y en su destino.
3-Jamás permita que ninguna porción de su territorio sea cedida a alguna nación extranjera.
4- Respeta la ley y mírala como la reguladora de las relaciones sociales.
5-Considera a la política como una de las más nobles actividades humanas. Ejércela con desinterés económico, justicia y patriotismo.
6-Considera a la libertad como lo más preciado de la vida.
7-Lucha por la unión de todos los dominicanos, sin tomar en cuenta la clase a que pertenezcan.
8-Considera a la justicia como el primer deber del hombre y el fundamento de la felicidad social.
9-Lucha por una sociedad libre de privilegios políticos o económicos que se opongan a la unión armoniosa de todas las clases sociales.
10-Considera a Dios, a la libertad y a la Patria como los supremos intereses del pueblo dominicano.
Este es el Duarte de entrega total y nos permitimos abrir la colección Duartiana volumen V.
Enseñanzas políticas.
El respeto a la ley:
Duarte no solo pensó en independizarnos si no que hizo un proyecto de constitución para que rigiera nuestra vida política, en caso de ser aprobado, y en él consideraba que la ley, salvo las restricciones del derecho, debe ser conservadora y protectora de la vida, la libertad, el honor y las propiedades del individuo, y como cree que es la regla a la cual deben acomodar sus actos así los gobernados como los gobernantes, considera que debe ser respetada, para que pueda reinar el derecho, la justicia, la fraternidad y la concordia.
La honestidad política:
La honestidad política nos inclina a ser morales en lo político y a manejar con honradez las cosas del Estado, pero Duarte va más lejos, ya que pretende que la actividad política se ejerza con desinterés económico, justicia y patriotismo.
Tener la honestidad política, a la manera de Duarte, equivale a considerar la política como una de las más nobles actividades humanas y a detestar la inmoralidad política así como el enriquecimiento ilícito, por ser cosas indignas de buen dominicano.
El amor a la Patria:
Duarte nos enseñó, con su ejemplo, a querer la Patria con amor invariable, con entrega total y con el absoluto empeño de beneficiarla en todo lo posible.
Amar la Patria, con amor Duartiano, es sentirse dispuesto a sacrificar en provecho de ella, el sosiego, la fortuna, la salud y la vida, con el más absoluto desinterés.
Nuestro invitado de hoy Juan Pablo Duarte: “Nunca me fue tan necesario como hoy el tener salud, corazón y juicio. Hoy que hombre sin juicio y sin corazón conspiran contra la salud de la Patria.
Dominicanos, Duarte vive. Mantener la fe en una Patria digna.
El autor es vicealmirante retirado de la Armada Dominicana.
