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Meditabundo: Presidente Danilo Medina con oído de pueblo

LA VOZ DE LOS QUE NO LA TIENEN ||
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Hoy 1ro de julio de 2013 a las 05:30 leía a Duarte en la aldea Río Negro, Venezuela. El golpe del periódico sobre el carro me llama. ¡Oh Dios! El presidente Danilo Medina pospone el abusivo impuesto a la circulación de vehículos. El dominicano muy hastiado no resiste el atropello, pérdida de la calidad de vida.
 
Es violencia que quita la libertad, por una mala administración pública que no le importaba abusar de espalda a la obligación jurada de proporcionar y proteger el bien común de los gobernados. Se protesta con el sagrado derecho contra lo injusto inhumano; es la defensa de una decidida voluntad ciudadana.
 
El gobierno ha demostrado ser distinto, muestra inclinación al reclamo, cimiento de justicia. El presidente Medina enfrenta el desafío y la decisión inadecuada es anulada, lo que no quita su visión de justicia. Vemos la decisión de ser un buen gobernante, esto lo hace fuerte, estimado y considerado con oído de pueblo, su responsabilidad administrativa en armonía con calidad de vida de los dominicanos que es el reclamo de años. El que aplica la virtud del deber cumplido, muestra el gran sentimiento hacia el pueblo. La prudencia, el buen sentido y el tacto unidos a la conducta moral es el ejercicio de directivas acertadas, convenientes para el gobernante y gobernados. El pueblo protestó y fue escuchado.
 
El que comete un error y lo corrige, ejerce el valor moral, sabe dónde está y hacia dónde va. Es ética personal, administrativa. Responsabilidad… Para eso se es hombre.
 
Nuestros invitados de hoy. Confucio: “Las leyes benignas rara vez son obedecidas, las demasiado severas, rara vez ejecutadas”.
 
Julio César: “Mientras me quede algo por hacer, no habré hecho nada”. “Los hombres tienden a creer aquello que les conviene”.
 
Me despido hasta el próximo lunes con la alegría de estar palpando la directiva de obligación moral presidencial.
 
El autor es vicealmirante retirado de la Marina de Guerra.

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