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A 29 años de aquella revuelta

LA VOZ DE LOS QUE NO LA TIENEN ||
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VENTANA: Las transmisiones en vivo, desde unidades móviles, muy de moda para la época, fueron silenciadas por el Gobierno. Noticiario Popular, Radio Mil Informando, Noti Tiempo, Cadena de Noticias (de la entonces Radio Central), entre otros, sufrieron en carne propia esa disposición
 
Veintinueve años se cumplieron el pasado martes 23 de abril del inicio de lo que fue el episodio más incómodo que vivió el gobierno del entonces presidente Salvador Jorge Blanco cuando, transcurrida la Semana Santa de 1984, al lunes siguiente se desató una revuelta popular que se prolongó durante tres días y en el que perdieron la vida más de un centenar de dominicanos.
 
Todo comenzó cuando en ese fin de semana las autoridades aprovecharon para incrementar los precios de los principales artículos de primera necesidad, atendiendo a recetas recomendadas por el Fondo Monetario Internacional (FMI), con el que el Gobierno había suscrito un acuerdo Stand-By.
 
La revuelta popular fue provocada por el drástico encarecimiento de los alimentos y medicinas, en algunos casos con incrementos de precios de hasta un 200%, como resultado de la devaluación del peso y la fijación de la tasa de cambio de RD$2.75 por dólar.
 
Las violentas protestas, que Juan Bosch puso el nombre de “poblada”, se extendieron a ciudades como Santiago, San Francisco de Macorís, San Cristóbal, entre otras.
El entonces presidente Jorge Blanco y sectores que le apoyaban acusaron a la extrema izquierda y a sectores del Partido Reformista de hacer causa común con un sector reaccionario del Ejército para instigar la peor ola de violencia desde la guerra civil de 1965.
 
Están frescas aun en la memoria, a la distancia de casi tres décadas, los saqueos de establecimientos comerciales, tanto almacenes de productos comestibles como tiendas de electrodomésticos, y el enorme despliegue policíaco-militar lanzado a las calles para tratar de controlar la situación, que llegó a írsele de las manos a las autoridades. Esa situación se prolongó durante los días 23, 24 y 25 de abril, y tropas élites de las Fuerzas Armadas fueron lanzadas a las calles.
 
Muchos dominicanos, aun sin estar involucrados en las acciones de protestas, fueron fusilados por soldados y policías en momentos en que trataban de protegerse de las balaceras que, de manera continua, tuvieron lugar en la mayoría de los barrios de la parte alta de la Capital.
 
De triste recordación fue la acción de una patrulla militar, de acribillar a cinco civiles que buscaron refugio en el interior de la farmacia República, que aún opera en la calle Albert Thomas casi esquina Ovando, en el sector Simón Bolívar, de la Capital.
 
Los acontecimientos de abril de 1984 aceleraron el derrumbe de la etapa de fortalecimiento del pluralismo, respeto de los derechos humanos y libertades fundamentales, en los que la población había puesto esperanza en la administración que encabezó Jorge Blanco.
 
Para aquellos aciagos días que vivió la población capitaleña, la guardia fue lanzada a las calles con armamento de guerra, los fusilamientos estuvieron a la orden del día y las cárceles no daban abasto para alojar la enorme cantidad de personas que fueron apresadas.
 
Hasta donde se sepa, nadie fue a parar a la cárcel por los crímenes que se cometieron durante los días que duró la revuelta. Pero las autoridades sí localizaron –con fines de proceder judicialmente- vídeos en que se veía a personas cargando televisores, colchones, alimentos y otros efectos en negocios que fueron saqueados.

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