El vértigo de Meniére es una enfermedad poco conocida que afecta al oído interno y suelen fallar en su diagnóstico. Las crisis vertiginosas aparecen casi siempre de manera repentina; sin embargo, el zumbido y la sensación de mareo pueden permanecer durante días en quienes la padecen.
Este trastorno afecta por año a 15 de cada 100.000 personas. La edad es un factor que tiene una cierta influencia, aunque en los niños es poco frecuente, siendo más notoria entre los 20 y los 60 años de edad.
Hay variaciones según las poblaciones estudiadas, así como tendencia a ser ligeramente superior en las mujeres que en los hombres. Según un estudio reciente de la Universidad Nacional de Seúl, un individuo con osteoporosis tienen mayor riesgo de padecerlo.
La investigación arrojó que el 25% de las féminas tenían osteoporosis, frente al 9% de las que no sufrían la patología del equilibrio. Normalmente su primer episodio se presenta a los 50 años, cuando también se produce un descenso en sus niveles de masa ósea, debido a la pérdida de estrógenos.
La condición tanto en su inicio, como en su evolución varía mucho de un paciente a otro. En algunos casos comienza con la aparición de ruidos y una leve pérdida auditiva en un oído.
La directora de la clínica especializada en vértigo, CLIVAV, Ilonka Rodríguez, indicó que los primeros síntomas es sentir que todo da vuelta a su alrededor, pero hay que tener cuidado porque existen otras patologías con las mismas sintomatologías.
Rodríguez expresó que el vértigo como tal es producido por un daño a nivel del oído interno o a nivel del tallo cerebral, compuesto por el cerebelo. Ratificó que afecta a personas de todas las edades y en los niños se puede detectar luego de los cuatro años.
La especialista dijo que las pruebas para determinar la existencia de la enfermedad empiezan con un examen del cerebro y del sistema nervioso, a través de las cuales se pueden descubrir problemas del equilibrio o el movimiento de los ojos.
Señaló que CLIVAV realiza estudios en la parte auditiva con emisiones otacústicas para evaluar la audición, pero en el área vestibular o de equilibrio es donde hace énfasis.
La institución efectúa un examen completo otorrinoneurológico, donde diagnostican múltiples patologías, tales como el vértigo postural benigno, que es el más frecuente. Además, se llevan a cabo investigaciones de videonistagmografía.
Quienes lo sufren confiesan que presentan: sudor frío, vértigo, náuseas, vómitos, mareo, fuerte zumbido de oído y distorsión de las imágenes.
Tras la crisis, el vértigo desaparece pero el sujeto sigue estando en una situación inestable durante días. La frecuencia de estos episodios también varía en cada paciente. Según algunos estudios, con el tiempo son más habituales y graves.
En la actualidad, no existe una cura específica para el padecimiento de Ménière. El tratamiento debe estar dirigido hacia la búsqueda de un alivio de los síntomas, cambiando el estilo de vida y tomando medicación.
Sin embargo, hay terapias con pulsos de baja presión que pueden reducir el edema y la presión en el oído interno. En casos extremos se opta por la cirugía.
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La especialista Ilonka Rodríguez dice que los primeros síntomas es sentir que todo da vuelta a su alrededor
El vértigo de Meniére: una enfermedad poco conocida que afecta al oído
Mareo ¡cuidado, puede ser vértigo!
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