Las visitas de deudos a los cementerios de la capital en el Día de los Difuntos, fue casi nula, verificándose un aparente olvido de los parientes que allí descansan.
La celebración del Día de los Fieles Difuntos, o Día de los Muertos, como popularmente se conoce, es una fecha escogida por familiares para ir a las tumbas de sus seres queridos. Pero la tradición se ha ido perdiendo poco a poco, condición que ha reducido las visitas a los camposantos, lugares que este viernes lucían parcialmente solos, contrario a años anteriores cuando eran muy concurridos.
La asistencia de parientes y allegados en los cementerios Cristo Redentor, el de Cristo Rey y el Nacional de la Máximo Gómez, fue muy escasa y solo se observó a unos pocos que limpiaban las tumbas, rezaban por el descanso de las almas de quienes ya abandonaron este mundo, o colocaban velas y flores en los nichos.
A pesar de que las puertas de los camposantos estaban repletas de vendedores de flores y velones, muy pocas personas se detenían a comprar, lo que originó quejas por las bajas ventas.
La señora María Montero lleva cuatro años dedicada a este oficio, pero este día apreció una gran caída de la demanda de las flores que ofrece:
“Ya no vale la pena levantarse temprano a ofertar estas mercancías, porque las personas no visitan los cementerios”, comentó.
Montero indicó que los precios de las flores han aumentado. La unidad de rosas blancas y rojas se cotizan a RD$20; el paquete de claveles a RD$100; las margaritas a RD$130, mientras que el valor de los velones varía dependiendo el tamaño.
El Día de los Fieles Difuntos, más que una fecha para recordarlos, se ha convertido en una ocasión propicia para comercializar, situación que ha pasado los límites de los sacramentales, visualizándose entre las tumbas a buhoneros que ofertan alimentos y bebidas, como: pizza, coco de agua, frutas, pan, café y aguacate, entre otros.
Mientras que algunos se dedican a limpiar la morada de sus parientes, otros aprovechan para sacarle fruto comercial y ofrecen mantenimientos de tumbas, que incluye desyerbado y aseo de pisos y paredes, por lo que cobran entre RD$ 300, 500 y 700, dependiendo el tamaño y la ubicación.
Unas de las situaciones que empuja a los dolientes a no visitar sus seres queridos, es la ola de atracos y robos que se está produciendo en estos lugares. La falta de seguridad, el abandono de las áreas verdes y el deterioro de sus entornos contribuyen a que se efectúen estos hechos vandálicos.
Historia
El día de los fieles difuntos se celebra el 2 de noviembre, con el objetivo de orar por aquellos que han acabado su vida terrenal, especialmente, por los que se encuentran aún en estado de purificación en el Purgatorio.
La tradición de asistir a los cementerios para rezar a los finados, está acompañada de un profundo sentimiento de devoción, donde se tiene la convicción de que el ser querido que se marchó pasará a una mejor vida, sin ningún tipo de dolencia.
En Francia, la gente de todos los rangos y credos decora los sepulcros en la Fête des morts.
En México y en América Central se combinó con elementos de indigenismo y sincretismo, lo cual resultó una original celebración, distinta de las otras naciones católicas. Esta fiesta incluye por tradición un altar de muertos que consiste en una serie de adornos florales acompañados de la comida favorita del difunto, además, de fotografías y otros detalles.
En las zonas andinas de Sudamérica, especialmente en Ecuador, Perú y Bolivia, la costumbre es preparar e intercambiar entre familiares y amigos las guaguas de pan, para consumir con la chicha morada que en algunas áreas
Deudos olvidan difuntos en su día
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