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El Poema de Danilo Medina

LA VOZ DE LOS QUE NO LA TIENEN ||
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Si entre el oro y el agua privilegio el oro, es porque amo al infierno.
 
Si al formar mi gabinete no hice un listado de hombres y mujeres inteligentes, honestos, capaces y de sano carácter, y luego los depuré y luego los invite a acompañarme, fue porque no quiero servidores públicos, sino adeptos.
 
Si al enfrentar los desafíos de educación, salud, energía, medio ambiente…no incluyo a Haití como un aliado fundamental, es porque en esos terrenos no me interesa traer el bienestar, sino hacer asquerosos negocios.
 
Si en materia de drogas no me aferro a la idea boschista de que el gran desafío son los consumidores, seres con serios desequilibrios, quienes en su desesperado mundo buscan soluciones que miradas por nuestros ojos no son sanas, es porque quiero seguir siendo  instrumento de la perversa guerra…y gozarla.
 
Si al mantener o renombrar a un funcionario, no lo hice basado en una auditoria de su gestión es porque quiero prolongar la ignominia del saqueo.
Si me dejo sobornar por empresarios corruptos y perversos, no es porque ellos lo son, sino porque yo lo soy.
 
Si nombro ladrones en la administración publica, no es porque ignoro quienes son, sino porque quiero que roben para mí.
 
Si defiendo la engañosa ley de lavado de activos, no es porque yo creo en eso, sino porque me conviene verlo así.
 
Si no desmantelo el diabólico aparato policial y la convierto en una institución  de ciudad, geográficamente limitada, es porque quiero problemas, no soluciones.
 
Si acepto la devaluación de la moneda, no es porque quiera mejorar nuestra competitividad, sino porque quiero beneficiar a los virus financieros.
 
Si permito que la corrupción, el robo y la perversidad sigan controlando al PLD Juan Bosch, es porque nunca ame a ese partido: lo use para ascender al trono, ahora mi trono.
 
No puedo decir que no conozco al gobierno, al estado a la nación.
 
No puedo decir que no tengo experiencia, conocimientos, carácter.
 
No puedo decir que soy inmaduro, cobarde, inestable.
 
No puedo decir que no tengo inteligencia sana, adornada con principios.
 
No puedo decir que soy un sin pai, sin familia, sin amigos.
 
No puedo decir que me forme para ser servido, tengo que decir que me forme para servir.
 
Frente a los ojos de Quisqueya, frente a la madre de toda la tierra, asumo el poder con mis números inmaculadamente claros.
 
Frente a las niñas del PLD asumo el poder con mis conceptualizaciones inmaculadamente claras.
 
Frente a la mirada siempre divina de Juan Bosch, asumo el poder con mi alma inmaculadamente bendecida.
 
¿Qué? ¿Quién puede impedirme hacer el bien?
 
Sólo yo, pues Dios no se opone.

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