Baní viste de poesía en julio

LA VOZ DE LOS QUE NO LA TIENEN ||

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“Para que el arte sea posible, se necesita primero la voluntad y luego la creatividad”.  Así inicia el diálogo la artista plástica y directora del Centro Cultural  Perelló (CCP), Julia Castillo, quien habla con pasión y orgullo de la manera en que Baní, en la provincia Peravia, será escenario de poesías y sueños mayores durante todo el mes de julio.
 
Se trata del homenaje que rendirán los banilejos al poeta social nacido en esa localidad, Héctor Incháustegui Cabral, cuyo centenario de su natalicio celebra el Centro, como profundo tributo  a este grande de la literatura dominicana.
 
“Contamos con un hermoso proyecto, creado por el publicista Jochy Paniagua, que se titula: Murales urbanos Hector Inchautegui Cabral, mediante el cual se inauguran ocho murales artísticos.
 
“Nuestro objetivo es invadir toda la ciudad sureña con la poesía del maestro de la pluma. La  selección de las obras fue realizada por  uno  de los más grandes discípulos  de Incháustegui, José Alcántara. Les  aseguro que  visitar a Baní, en el mes de julio, y  durante todo  el año, será una experiencia maravillosa para los amantes de las artes”.
 
Castillo se remonta a la feliz iniciativa que dio lugar al nacimiento de  institución que protagoniza el homenaje: “Es una obra de la familia Perelló, encaminada por Manuel de Jesús Perelló Báez, padre de los actuales miembros de la Fundación, quienes han realidad los anhelos de su progenitor. Hoy,  como retribución de agradecimiento al apoyo dado a su empresa contamos, además,  con una biblioteca virtual, un auditorio, un salón de exhibiciones, dos salones multiusos, la cafetería y terraza, entre otras facilidades con las cuales cuentan los hijos e hijas de las familias banilejas”.
 
Se necesita sensibilidad y sacrificio para sostener esta labor que implica, no sólo formación de niños y niñas de pocos recursos, como es el caso,  sino la posibilidad de lograr que en ellos afloren sus capacidades literarias y la promesa de no dejar morir la cultura del terruño.
 
Julia Castillo humedece la mirada cuando habla de los  acontecimientos que se suceden en Baní en estos días y detalla con entusiasmo lo que será, sin duda alguna, extraordinario: “se trata de la culminación, el domingo 29 de julio, del mes de la Poesía en el Centro Perelló. Ahí estarán  101 niños poetas, en la plazoleta del parque, con los versos de Incháustegui Cabral ¿Te los imaginas  a todos ellos declamando y regalando sus sonrisas?”.
 
Estas actividades se suman al variado calendario que ofrece la institución, que incluye la capacitación de jóvenes  en el  programa de inglés por inmersión, organizado por el ministerio de Educación Superior Ciencia y Tecnología;   cursos de fotografía básica; apreciación cinematográfica y el Círculo de lectores: “el cual es un hermoso proyecto, cuyo objetivo es la  creación de  una generación de intelectuales amantes de la literatura”.
 
Baní es un pueblo rico en cultura e historia. Bendecida desde lo alto por la Virgen de Regla, comenta la directora: “esta tierra ha parido grandes hombre y mujeres de la talla del el Generalísimo Máximo Gómez y   el padre Billini, entre tantos otros.
 
“Estamos llenos de tradiciones y cultura: contamos con una gastronomía  variada,  dulces, mangos,  danza todo tipo de  folklor. Aún mantenemos vivas nuestras costumbres, como por ejemplo, el Convite, que no  es más que la ejercitación de esos  cantos de  los campesinos en tiempo de cosecha, nosotros los realizamos dos veces cada año”.
 
Muestra de cine
 
Durante la primera semana de septiembre, el Centro Cultural Perelló  llevará a cabo la   segunda muestra de cine sobre  medio ambiental, en conjunto con  una fundación de Washington, en  Estados Unidos:” Se expondrán  trabajos fotográficos sobre especies endémicas de la región sur, además, de  talleres de reciclaje.
 
“Les invito a que visiten la página  web: www.ccp.org.do,  o llamar  al  teléfono 809- 380-3100, para que se mantengan informados  acerca  de todas las actividades que ponemos en práctica sistemáticamente. Sabemos que donde quiera que se encuentre un hijo de Baní y, en definitiva, de la República Dominicana, se sentirán orgullosos de que existan empresas como la nuestra empecinadas en no dejar morir nuestro arte, que significa, en definitiva, mantener muy viva la existencia misma y la dominicanidad”.