Palmar de Neiba, un modelo de desarrollo municipal

LA VOZ DE LOS QUE NO LA TIENEN ||

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Concertar ha sido la palabra clave para poner en marcha más de una decenas de proyectos, mediante los cuales las autoridades del distrito municipal de El Palmar de Neiba y los comunitarios han logrado sus ejecuciones.
 
La realización de las distintas iniciativas ha sido posible gracias a la buena aplicación del presupuesto participativo bajo la gestión del síndico Andrés Julio Ricard, quien además es presidente de la Asociación Nacional de Distritos Municipales.
 
Ricard tiene 8 años dirigiendo este distrito y primero se desempeñó como regidor y presidente de la sala capitular del municipio de Neiba.
 
Cuando lo eligieron alcalde el distrito de El Palmar tenía tres años de fundado y estaba totalmente abandonado, por lo que la primera iniciativa fue acondicionar todas sus calles. “El que lo visita ahora se dará cuenta que ha cambiado del cielo a la tierra”, comentó.
 
Describió que para echar adelante esa comunidad ha usado los recursos que recibe del gobierno y los que ingresan a través de comunidades internacionales, de las cuales ha logrado mucho apoyo.
 
Con los pocos ingresos recibidos, unos RD$600,000 mensuales, en ese distrito se han construido todas las aceras y contenes y se han logrado asfaltar las principales calles.
 
También varios parques y carnicerías en diferentes comunidades, puesto que no contaban con un lugar para el esparcimiento de las familias y la carne se exhibía en troncos de árboles. Ahora hay establecimientos donde los carniceros venden este alimento vestidos de blanco, lo que evidencia que han dignificado ese trabajo y han higienizado la venta.
 
Igualmente, en esta localidad se ha hecho una gran inversión en la canalización de las aguas negras y residuales, así como canaletas, tanto en el pueblo cabecera, como en otras comunidades.
 
Más de 400 viviendas de familias pobres fueron reconstruidas, mediante un programa denominado cambio de suelo por cemento y techos de canas por zinc. Además, les han dado las manos a los religiosos, tanto católicos, como protestantes con la construcción de templos.
 
En el Batey 1, a través del presupuesto participativo construyen unas 40 viviendas, ya a punto de entregar, donde están cambiando pisos de tierras por cemento y techos de canas por zinc.
 
Esta comunidad posee la primera oficina de desarrollo económico local instalada en un distrito municipal, instrumento de trabajo que no lo tiene ningún Ayuntamiento en beneficio de su gente. La oficina es auspiciada por la Fundación Demuca y la Comunidad Económica Europea, a través de la AESI.
 
También pondrán en circulación el primer plan de desarrollo del distrito, que no lo tiene ningún municipio en el país, que será a 10 años, con una visión para que al término de ese tiempo la jurisdicción haya cambiado en un ciento por ciento.
 
Asimismo, cuentan con lo que le llaman la mesa de concertación con la sociedad civil, donde desde el Ayuntamiento apoyan las ejecutorias de las asociaciones de mujeres, agricultores y clubes deportivos, entre otros.
 
En estos momentos están apoyando una fábrica de queso y yogur, que posee la Asociación de Mujeres, Casilda Montilla, a las que construyeron el local y les dan apoyo en el mercadeo de los productos, que son comercializados en esa comunidad y otras de Bahoruco.
 
También consiguieron 900 mil euros, a través de un concurso que ganaron auspiciados por la Comunidad Económica Europea. Con ese dinero construirán un vertedero que servirá para depositar los desperdicios de tres distritos municipales de la zona, uno de los cuales pertenece a la provincia Independencia.
 
La oficina económica de desarrollo local funciona con 142 mil euros que fueron aportados por la Fundación Demuca, lo que significa que el Ayuntamiento no solo funciona con los recursos que le tiene asignado el Estado, puesto que se agencian recursos propios y donaciones.
 
El cabildo tiene un plan de apoyo a la juventud, especialmente a los estudiantes universitarios pobres, mediante el cual subsidian el pago a unos 20 jóvenes que cursan carreras en la Universidad Autónoma de Santo Domingo. Y acaban de entregar una fotocopiadora y fax a la escuela primaria de la comunidad.
 
Andrés Julio Ricard explicó que solo trata de cumplir con su deber y que es la comunidad la que debe valorar su trabajo.
 
Ricard, además, es el gestor de la mancomunidad de municipios de esa zona, integrada por El Palmar, el municipio de Tamayo y el distrito municipal del Batey 8, que pertenece a Independencia.