Asunción.- La primera consigna que escuchó este lunes el secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, en su inicial madrugada aquí, fue: Paraguay resiste, repetida por manifestantes que condenaron la destitución del presidente constitucional, Fernando Lugo.
Unás 500 personas se encargaron de mostrar al visitante su desacuerdo con el desalojo del poder del mandatario electo y el posterior nombramiento en el cargo de Federico Franco, acción considerada un golpe de Estado parlamentario.
A pesar de todas las previsiones tomadas por los cuerpos policíacos, la caravana que condujo a Insulza y sus acompañantes desde la terminal aérea al hotel La Misión donde se aloja, debió tropezar con la manifestación convocada por los partidarios de Lugo, quienes portaban cartelones.
Patrulleras de la policía cortaron el paso a los manifestantes para facilitar la salida del aeropuerto internacional por un camino secundario, pero los protestantes aparecieron también en los alrededores del hotel repitiendo a viva voz su oposición a Franco.
En menor cuantía, un grupo de partidarios del golpe se concentraron en un parque cercano al aeropuerto, pero su demostración fue apagada por el mayor número de los seguidores de Lugo y su habilidad para acercarse, incluso, al auto de la caravana en que viajaba Insulza.
La demostración continuó durante algunas horas de la madrugada a una cuadra de la instalación hotelera, pues la policía no permitió un mayor acercamiento a ella.
De acuerdo al programa divulgado, entrevistas separadas con Franco y Lugo son las primeras actividades pautadas para Insulza y sus acompañantes, a las cuales siguen conversaciones con congresistas, dirigentes políticos y la alta jerarquía de la iglesia católica.
«Paraguay resiste», consigna que escuchó Insulza
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