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Mayas 2012: desasosiego atraerá turistas

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Hace poco tuve la oportunidad de visitar Honduras, uno de los países que albergaron a los Mayas, y pude apreciar el espíritu de los pobladores sobre las profecías.
 
Por un lado, con una aproximación muy comercial, las autoridades turísticas locales aspiran a que tal desasosiego atraiga más turistas, y de alguna manera paliar la mala publicidad que la inseguridad y el narcotráfico pueden traerle a esa nación centroamericana.
 
Relatan los expertos que el calendario Maya era un sistema complejo, integrado a su vez por otros que interactuaban entre sí, que desde el punto de vista religioso regía toda la vida social y  estipulaba los momentos de cosecha, la guerra, entre otros eventos.
 
Los eruditos de entonces poseían unos amplios conocimientos matemáticos y de astronomía, que aun en la actualidad asombran a los más entendidos.
 
En esencia, los mayas empleaban tres calendarios que funcionaban a la par a partir de sus enlaces. Mencionan como el primero al calendario Tzolkin, sagrado, de 260 días, con 20 meses.
 
Le seguía el civil nombrado Haab, de 365 días, con 18 meses de 20 días, más cinco días adicionales; y luego estaban los de cuenta larga, imprescindibles para fechas exactas y para sucesos más alejados en el futuro.
 
Este último inicia desde el comienzo de la existencia humana -que para los  Mayas era el 11 de agosto de 3114-, y para organizar mejor esa cuenta el calendario se dividía en ciclos nombrados Baktun.
 
Y ése es el que nos ocupa, en particular el baktun 13, o por lo menos nos atañe desde 2009 cuando comenzó cierto aumento de la atención sobre el fin del mundo, alude al 21 de diciembre de 2012 porque se espera que acabe el baktun 13.
 
Comenta el presidente de la Cámara de Turismo de Honduras, Epaminondas Marinakys, que este tipo de alusión se apoya en el Monumento 6, una columna de piedra en el sitio arqueológico Tortuguero en Tabasco, México, pero que no se encuentra completo, y por tanto, la interpretación de los expertos siempre es fragmentada.
 
Sin embargo, los estudiosos examinan una y otra vez durante los más recientes años lo que queda de esa pieza y una de las interpretaciones más recientes fue la causa del revuelo.
 
Un estudio de Stephen Houston de la Universidad de Brown y David Stuart de la Universidad de Texas en Austin, en 1996, llevó al origen de los temores.
 
Como resultados parciales, una de esas piezas podía decir que al final del baktun 13 un dios bajaría del cielo, ello se corresponde con el 21 de diciembre, a la sazón solsticio de invierno. Ese estudio fue captado por muchas personas y tendencias hasta magnificarlo.
 
Sin embargo, otras fuentes consideran que no se trata del fin del mundo, pues los mayas pensaban en el tiempo como un concepto cíclico.
 
Por lo tanto, solo significa el fin del baktun 13, el fin de un punto y el comienzo de otro. Incluso los propios Stuart y Huston volvieron sobre sus estudios y consideraron que probablemente lo allí expuesto no significa ninguna profecía.
Ese hecho aún pervive y provoca oleadas de turistas hacia la ruta maya compuesta por México, Guatemala, Belice y Honduras, hasta el punto de que algunos directivos turísticos razonan, «bueno si se acaba el mundo vengan a terminarlo con nosotros en estos sitios».
 
Ahora bien, para algunos son siete profecías y la primera señala:
 
«El mundo de odio y materialismo terminará el sábado 22 de de diciembre del año 2012 y con ello el final del miedo, en este día la humanidad tendrá que escoger entre desparecer como especie pensante que amenaza con destruir el planeta o evolucionar hacia la integración armónica con todo el universo…»
 
Las otras profecías no distan muchos de la primera, a la sazón en cuanto a determinar el vínculo de la realidad con el ser humano, la necesidad de reinventarse uno mismo a partir de los sinsabores.
 
Esa primera profecía habla de que a partir de 1999 quedarían 13 años para realizar los cambios de conciencia y actitud.
 
Sin embargo, ¿realmente el ser humano moderno puede reinventarse fuera de guerras, inseguridades, intolerancias y otros puntos que todos entendemos como desfavorables?
 
Todo parece indicar que el estudio de nuestros predecesores mayas siempre apuntó al miedo a la desaparición, pero siempre el mensaje de los antiguos lleva a un mismo punto, independientemente de las fechas concretas: reinventarnos.

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