Si bien los medios repiten hasta el cansancio las medidas asumidas en el país, con el objetivo de preservar la integridad física de los miles de vacacionistas, tantos extranjeros como dominicanos, que disfrutan del asueto de la Semana Mayor, no puede sustituirse la responsabilidad individual para prevenir las pérdidas de vidas humanas y accidentes evitables.
Ya se conoce que en las principales avenidas y carreteras habrá dispositivos de vigilancia vial y, a su vez, el Ministerio de Turismo prohibió a partir de este jueves la circulación de todo tipo de vehículos de motor dentro y fuera de playas y balnearios, a fin de evitar tragedias, según resolución 96-2011.
En relación con las playas y balnearios, donde tantas bajas ocurren en estos días, la Defensa Civil clausuró las que no ofrecen seguridad a la población y hay que elogiar la manera en que los organismos responsabilizados han preparado las condiciones, con miles de voluntarios distribuidos en puestos de socorro habilitados en cada uno de los escenarios en los cuales habrá confluencia de personas.
Si bien la Semana Santa del pasado año dejó más de 58 personas muertas en disímiles diferentes circunstancias, esta vez se espera que la prudencia responda a estas labores de prevención, donde tantas instituciones y organismos unirán esfuerzos, recursos y capacidades para lograr una autosuficiencia en el manejo de las emergencias que se puedan presentar durante el operativo.
Ojalá que el saldo de esta Semana Mayor sea la de haber ganado conciencia entre los ciudadanos y, finalmente, reproducir en cada mente recuerdos hermosos de unión y bienaventuranza.
Insistiremos…
LA VOZ DE LOS QUE NO LA TIENEN ||
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