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Autoridades chinas decomisan aceite procedente de grasa y órganos de animales

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Pekín.- Las autoridades chinas decomisaron más de 3.200 toneladas de un nuevo tipo de «aceite de alcantarilla» producto de la grasa descompuesta de animales y de sus órganos internos, informó en comunicado el Ministerio de Seguridad Pública de del país según publicó este miércoles el portal china.org.
 
Las más de 100 personas sospechosas de producir este aceite fueron detenidas en un operativo policial efectuado a finales de marzo en dos municipios y cuatro provincias y en el que además se clausuró 13 almacenes subterráneos productores del mencionado aceite, explicó el medio.
 
Analistas en el tema opinan que el caso atenta gravemente contra la salud de muchas personas y de las próximas generaciones ya que el aceite se distribuyó en una área territorial muy amplia.
 
El año pasado se denunciaron varios casos de venta informal de «aceite de alcantarilla», como se conoce el reutilizado y procedente de las sobras de aceite de cocinas de los restaurantes.
 
El nuevo caso, en cambio, se trata de la preparación de aceite a partir de carne podrida o de mala calidad e inclusive usando la grasa descompuesta de los animales o sus órganos internos, especificó el Ministerio según la fuente.
 
En agosto de 2011 el Gobierno chino lanzó una campaña nacional para contrarrestar las malas prácticas contra la seguridad alimentaria y a finales de febrero de este año se informó que en casos de extrema gravedad los comercializadores de «aceite de alcantarilla» podrían ser condenados a la pena de muerte.
 
Sin embargo, los escándalos de adulteraciones alimentarias continúan.
 
Por ejemplo, en octubre de 2011, en la provincia oriental de Zhejiang la policía china detuvo a un hombre llamado Li Weijian por producir aceite ilegal y tener cadáveres de animales y sus órganos en un almacén de su fábrica.
 
El aceite que Li producía le generó ganancias, solo entre enero y noviembre del año pasado, de más de un millón de dólares, y se distribuía en las provincias orientales de Anhui y Jiangsu y en el municipio de Chongqing, en el suroeste de China, para ser utilizado en restaurantes.
 
Según cifras oficiales, Pekín procesa unas 600 toneladas de aceite de las que 60 toneladas son de residuos, una situación similar a las de las ciudades norteñas de Tianjin y Hebei.
 
En los últimos años, en China las practicas contra la seguridad alimentaria ocasionaron víctimas mortales como en 2008 cuando decenas de firmas lácteas contaminaron leche infantil con el químico tóxico melamina y que afectó a 300.000 bebés de los que 6 fallecieron.

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