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Comunidad Gay en RD: tolerancia, pero no aceptación

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La comunidad homosexual ha crecido  significativamente en las últimas décadas en República Dominicana, sobre todo si se compara  con la densidad poblacional  y, sin duda, la agrupación  Lésbica, Gay, Bisexual y Transexuales dominicana  (LGBT), es un sector de la sociedad que demanda cada día  y con absoluta equidad “un sitial en el quehacer socio-laboral del país”.
 
En la Monografía titulada: ´Proceso de expansión de la comunidad homosexual en la sociedad dominicana en los últimos 30 años´, aparecen datos que subrayan el concepto de que, en la medida que este fenómeno gana adeptos, el país como cualquier nación  del mundo “se ve precisado a reconocer a los individuos homosexuales como uno más de los partícipes que conforman la gran diversidad humana, y reconocer a esta comunidad como parte del conglomerado social, (sea este un reconocimiento y una aceptación vertiginosa o bien como es el caso de Dominicana; ínfimamente perceptible)”.
 
En la entrevista de Alexander Rocha con Marlenne Bennedeck Dumont, directora ejecutiva de la organización dominicana de ‘TRANSSA’, la activista se refirió a la problemática en el sentido “de los crímenes de odio, las campañas a favor de la despatologización de la transexualidad y la repercusión de la comunidad LGTB en la sociedad dominicana”.
 
Del “Universo Gay”, la especialista  aseguró no conocer las cifras de crímenes cometidos contra homosexuales y bisexuales, aunque dijo que son un porcentaje minoritario comparado con las personas transexuales.
 
“Los motivos también son distintos. En algunos casos es pasional; sin embargo, a las chicas trans las han asesinado en su espacio de trabajo sexual, lo que evidencia una clara transfobia como motivo principal de estos actos”, aclaró.
 
Bennedeck Dumont   habló de las personas que cada mes TRANSSA capacita:
 
“más de 25 chicas en materia de prevención del VIH en Santo Domingo como parte del proyecto ´Podemos Hacerlo´ que la organización ejecuta, de forma conjunta con la Alianza de Hombres Gays, Trans y otros Hombres que tienen sexo con Hombres (Alianza GTH) con fondos del Banco Mundial (BM)”.
 
Manifestaciones
 
Aunque la comunidad Gay ha llevado a cabo diferentes actividades en el país, tales como: la celebración del Orgullo GLBT 2011, con criterios en pro y en contra; la opinión general es que “el Estado se hace de la vista gorda” y que aún  el camino hacia el posicionamiento  tiene muchos escollos, sobre todo la Iglesia Católica, con gran influencia en la toma de decisiones del Gobierno, cuya más alta autoridad en República Dominicana, el cardenal Nicolás de Jesús López Rodríguez, ha  aseverado que se opondrá hasta la muerte al matrimonio entre personas del mismo sexo.
 
Para López Rodríguez el matrimonio homosexual es semejante a la delincuencia y el narcotráfico: “Son desafíos que la sociedad debe enfrentar”, alegó y consideró un desorden en el mundo entero la homosexualidad que ataca la familia y el matrimonio.
 
La propia directora ejecutiva de la organización dominicana de ‘TRANSSA´ no niega que la violación de los derechos a la comunidad Gay han disminuido: “pero, aún se violan y el Congreso no ha permitido que pasen los proyectos de ley que vayan en contra de lo que la Iglesia Católica considera que es pecado, como es el caso de la homosexualidad, transexualidad, el trabajo sexual y el aborto, por citar algunos”.
 
Otro ejemplo de discriminación señalado por Marlenne Bennedeck Dumont  es el de la prohibición por parte del presidente de la Confederación Dominicana de Voleibol, Alexis García, a jugadores homosexuales que puedan: “compartir cancha con los niños y niñas, adolescentes y adultos afiliados al organismo», defendiendo la decisión con distintas argumentaciones homófobas.
 
Para Dumont, otra de las situaciones que no apuntan a una mejoría  en el tema es que: “en nuestro país ningún político apoya abiertamente nada que tenga que ver con la comunidad GLBT”.
 
Excepción y opiniones
 
Tras reunirse y escuchar las exigencias de la comunidad Lésbica, Gay, Bisexual y Transexuales dominicana  (LGBT), en el Parque Duarte de la Zona Colonial, el candidato presidencial de Alianza Por la Democracia (APD), Max Puig, manifestó  al caer la tarde de este miércoles 21 de marzo, que “no le teme a las críticas de la Iglesia”.
 
Puig es el primer político que se reúne con la comunidad Gay. Durante su intervención dijo: “tengo el derecho a escucharles, el derecho a asumir sus puntos de vista. Ustedes tienen el derecho a escucharme a mí y también de mostrarse en acuerdo o desacuerdo total o parcialmente  con lo que estoy diciendo”.
 
El candidato presidencial puntualizó que le tenían sin cuidado las críticas de cualquier sector: “nosotros estamos haciendo algo perfectamente legítimo. Es más, con estos encuentros estamos creciendo y comprendiendo la realidad, e incluso deberían haber más encuentros con la comunidad LGBT”, dijo a este multimedios DominicanosHoy,  el postulante de la APD.
 
Por su parte, el activista gay  Juan Jiménez Coll, pidió en nombre de la comunidad LGBT,  una ley antidiscriminatoria,  ya que otros países como: Uruguay, Chile y Argentina tienen normas de este tipo.  Agregó, además, que dicho código no es solo para Gay, también incluye  a los discapacitados, la distinción por género y la tipificación como delito mediante ese estatuto de toda forma de exclusión que sucede en lugares de trabajo y socialmente.
 
Valoró como otro punto importante para la comunidad, eliminar cualquier visión o rastro dentro del ordenamiento jurídico que  manifieste diferencia: “todo lo que nos ataque dentro del ordenamiento jurídico deberá ser eliminado”, concluyó Jiménez Coll.
 
DominicanosHoy resumió, a partir de criterios vertidos en las redes y otros obtenidos personalmente, el sentir de varias personas residentes en el país, acerca de cómo describen su  pertenencia a la comunidad Gay:
 
Trabajador de Recursos Humanos: “Ser gay en República Dominicana es complicado. En general no existe una real aceptación, siempre somos motivo de burla y de repudio al momento que presentamos un cierto avance como grupo minoritario. La ignorancia hace que muchos se encapsulen en el estereotipo negativo con el que han crecido y no ven más allá. Pero no todo es malo y por suerte no estamos a niveles de otros países donde la persecución es más agresiva y horrible. Al final todo se reduce a educación y enseñar aceptación”.
 
Estudiante: “Para algunos homosexuales ser gay es ser reprimido, encerrado, introvertido. La otra vertiente es ser escandaloso, falta de respeto, bulloso. Aunque nosotros estamos en un término medio, apenas sabemos cómo comportarnos…”
 
Médico: “Personalmente, no se me ha hecho difícil ser gay, a pesar de ser una persona totalmente abierta. Como médico tengo que cuidar el hecho de no mostrar ´manerismos´, puesto que los pacientes se cohíben frente a un doctor gay, en especial los varones. Aun existe el estigma de que no debes dejar que un homosexual te evalúe, sobre todo si su malestar involucra tus partes íntimas, porque puedes llegar a ser el hazme reír de tus vecinos».
 
En el país diversas instituciones trabajan para elevar el autoestima de estas personas, a través de charlas, encuentros, cine y educación: “incluso hasta sus propios grupos de iglesia ante la discriminación que según afirman reciben de la sociedad dominicana”.
 
Otras fuentes consultadas enfocan las  décadas de los 60 y 70, durante las cuales  muchos movimientos se formaron con el afán de mostrar sus ideales y tuvo lugar, sin duda, una evolución en el  mundo entero de la moda, pensamientos, música y “estilo de vida pacifista y liberal”. La República Dominicana no fue excepción en Latinoamérica, pero ese proceso evolutivo ideológico-social conlleva una base educacional y cultural que, en este caso, no ha marchado como debía.
 
Algunos cambios notorios muestran retraso y aletargamiento. Especialistas opinan que: “En una sociedad estereotipada culturalmente y encubierta por la moralidad y las buenas costumbres, resulta muy cuesta arriba pretender ser diferente, ya que esto implicaría marchar contra la corriente inmensa de opiniones adversas”. Ojalá  formas imprescindibles de convivencia social no tengan que esperar muchas décadas más…

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