Estudiantes excelentes no ingresan a politécnico por falta espacio

LA VOZ DE LOS QUE NO LA TIENEN ||

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Villa Sombreo, Baní.-A 12 años de fundarse en esta comunidad el Politécnico Máximo Gómez, donado por Cuba a la República Dominicana, con el propósito de capacitar a jóvenes de escasos recursos en carreras técnicas, este objetivo es limitado por la baja capacidad de admisión de estudiantes que cada año solicitan ingreso.
 
De al menos 500  muchachos que diligencian sus matrículas, entre 160 a 170 logran inscribirse  e iniciar una carrera técnica de las que allí otorgan.
 
La reducida oferta coarta el deseo de cientos de jóvenes que buscan ser favorecidos con una de estas carreras técnicas, quienes luego de concluir sus estudios secundarios deben dedicarse a realizar actividades agrícolas, o al motoconcho, puesto que sus familias no pueden enviarlos a una universidad.
 
Fue en el año 1996, que el Gobierno cubano dispuso la construcción de este Politécnico, inaugurado por Fidel Castro y el cual lleva el nombre del General en Jefe del Ejército Libertador de esa hermana nación, el banilejo Máximo Gómez Báez, como un aporte a esta comunidad y, en definitiva, a la tierra dominicana.
 
Más de una década
 
Cada año, el Politécnico entrega a la sociedad un grupo de al menos 170 jóvenes capacitados en los oficios de procesos cárnicos, lácteos y gluten, así como contabilidad, gestión administrativa, mercadeo e informática.
 
Desde sus inicios hasta 2012,  ha capacitado unos 3000 jóvenes, quienes se han integrado al mercado laboral, en empresas locales y de Santo Domingo. Mientras que otros continúan su aprendizaje en universidades del país y en el extranjero.
 
Los que logran ingresar a dicho centro escolar son seleccionados a través de un proceso que se inicia en el mes de abril y culmina en mayo.
 
La clasificación consiste en exámenes orales, prácticos y evaluaciones psicológicas, psicométrica y pedagógica.
 
En la actualidad cuentan con una matrícula de 315 estudiantes, de los cuales 44 son internos, porque proceden de lugares distantes al municipio de Baní y de otras provincias.
 
El director general del centro, Felipe Peña Féliz,  habló a Dominicanos Hoy sobre la gran  demanda que tienen cada año: “Solicitan admisión más de 500 jóvenes, de los que solo pueden admitirse entre 150 a 160, porque la planta física no admite más de esa cantidad.
 
“Entonces se nos hace cuesta arriba que estudiantes meritorios que vienen de distintas comunidades con notas excelentes, tengamos que decirles que no hay cupo para ellos”, comentó el educador. Dijo, además, que tienen problemas con esa situación, porque todo el que solicita ingreso quiere quedarse.
 
Valoró Peña Féliz la calidad formativa del Politécnico que dirige hace año y medio, lo que sustenta en la capacidad del equipo de profesores que integran las distintas áreas docentes.
 
Otro de los exámenes que requieren los estudiantes para iniciar sus carreras aquí es la evaluación diagnóstica que, junto a otras requeridas, lleva a cabo la psicóloga Santa Luna, quien labora desde el inicio en la institución.
 
Para la especialista es una gran preocupación lo anteriormente señalado por el director general acerca de la  necesidad de construir un nuevo pabellón que permita satisfacer la demanda, lo cual fue prometido por la ministra de Educación, profesora Josefina Pimentel. No obstante, en la comunidad banileja se habla de  la edificación de un nuevo politécnico, donde puedan ser acogidos todos los jóvenes que deseen capacitarse.
 
Para el manejo administrativo y alimentación de los internos reciben una subvención de RD$240 mil mensuales, por parte del Ministerio de Educación, que además paga los servicios docentes.
 
También cuentan con la ayuda del Plan Social de la Presidencia desde donde entregan raciones alimenticias y la empresa La Famosa les abastece de algunos productos enlatados. Además,  poseen un conuco en el que cultivan parte de los alimentos que consumen los internos.
 
Por su parte, la subdirectora docente, profesora Ubencia Fulcar,  se refirió a la superación de los maestros, quienes desarrollan cursos de educación continuada, apoyados por el Gobierno de Cuba.
 
Tanto Fulcar como Peña Féliz se preocupan por el destino de los graduados e insertación  en diferentes puestos laborales, para lo cual mantienen enlaces con los empresarios, sitios en que  realizan pasantías.
 
Por ejemplo, los estudiantes de procesos cárnicos y lácteos reciben un adiestramiento de 400 horas y los de contabilidad de 160. Luego son asumidos por esas mismas empresas y otros consiguen becas en los Estados Unidos u otros países, donde continúan su preparación.
 
Desde el inicio del proyecto se utilizaron textos pedagógicos donados por Cuba y otros programas de estudios relacionados con diferentes áreas.
 
Fulcar se refirió, particularmente, al plan de estudio que ejecutan bajo la supervisión de la Dirección Técnica Profesional, lo cual implica cómo evaluar y tratar los casos de estudiantes que llegan con una base académica baja.
 
En tal sentido el Ministerio de Educación les ha facilitado otros materiales pautados con las áreas, carga académica y horas teórico-prácticas, cuyos resultados son evaluados cada cierto tiempo.
 
De esta manera el Politécnico Máximo Gómez arriba a su doceavo cumpleaños, con buenos resultados en general y el sueño colectivo de ampliarse en un futuro no lejano.