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Carta a mi primera nieta

LA VOZ DE LOS QUE NO LA TIENEN ||
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Querida y bella Ianna Amelie:

Una de las más grandes alegrías y satisfacciones que he sentido en mi vida se produjo ayer cuando tu viniste a este mundo. Para cualquier padre es un motivo de gran orgullo que sus hijos puedan reproducirse y seguir trayendo nuevas vidas que van a garantizar que nuestras improntas como padres se sigan sembrando y multiplicando. Dios ha bendecido a mi hija Amelia y a su esposo Indalo, para que nos regalen a Zinayda, mi esposa, y a mí, tu presencia, querida nieta, como una forma más de seguir multiplicando nuestra felicidad y ampliando las grandes bendiciones que nuestro Señor nos ha prodigado en esta nueva etapa de nuestras vidas. Eres un bello arcoíris de amor para nosotros, un caudal de sueños convertidos en realidad, un atardecer de sonrisas que se dibuja en nuestros labios para siempre, eres un gran regalo de Dios para seguir dando todo el honor y toda la gloria a él, que es el Supremo Creador del Universo y nuestro Padre Celestial. Querida nieta, hoy tienes un día de nacida y quiero darte algunos consejos que te servirán durante toda la vida. Lo primero es que ames a Dios por sobre todas las cosas. Ese es el primer y más grande mandamiento para tener una vida alegre, feliz y prospera. Ama y respeta a tus padres, entrégate a ellos y obedécelos. Ellos son y serán siempre tu fuente terrenal más grande de amor y protección. Lucha siempre porque la casa que habites sea un verdadero hogar donde sientas que lo más importante no son las riquezas o los bienes terrenales sino el amor y la comprensión que en ella se desarrolle y multiplique. Como dice la Biblia, «nunca te canses de hacer el bien» y siempre debes tener una vocación de entrega, ayuda y solidaridad con las causas justas y nobles. Ama profundamente tu país y lucha porque sea siempre una nación que tenga temor de Dios y donde prime la justicia social y el bienestar de todos. Nunca odies a nadie no importa lo que suceda y aprende a perdonar como Jesús nos enseño. Aprende a orar y todos los días ora por ti, por tus padres, por tus abuelos y por toda la gente que quieres. Dice la Biblia en Proverbios 17 versículo 6 que «corona de los abuelos son los nietos», y tú, Ianna Amelie, eres la más bella corona que el Dios ha colocado en nuestras cabezas. ¡Bienvenida a este mundo y que las bendiciones del Señor sobreabunden durante toda tu vida!

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