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En República Dominicana, hasta morirse es un lujo

LA VOZ DE LOS QUE NO LA TIENEN ||
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En los cementerios públicos Cristo Salvador, de San Isidro, en Santo Domingo Este y de Cristo Rey, del Distrito Nacional, se ha convertido en un lujo enterrar a un muerto; las causas es que los ayuntamientos cobran entre 2,000 y 2,500 pesos por metro de terreno a los familiares de los difuntos.

Para sepultar una persona, los dolientes deben comprar, al menos, tres metros cuadrados de terrero, o sea, uno seis mil pesos por el espacio. Si a esto le sumamos los recursos invertidos en café, galletitas, te y comida, se podría decir que en República Dominicana morirse es un lujo.

Personas ajenas al cabildo, han creado una asociación de albañiles que se dedica a realizar trabajos de construcción de tumbas y nichos. Los honorarios son pagados muy caros por los familiares de los difuntos.

Ante la falta de zacatecas, jóvenes que residen próximo al camposanto, se dedican a la limpieza de tumbas por paga. “Cuando aquí hay mucha grama y cuando los familiares vienen a visitar a sus parientes, nosotros se la limpiamos y nos pagan”, agregaron.

Eddy Lachapelle, encargado de venta del Cristo Salvador, defendió la negociación de los terrenos, pero aclaró, que existe un programa para felicitarlos a las familias que no tienen recurso. En Cristo Rey se da una situación similar.

Manifestó que el precio del metro cuadrado puede variar, dependiendo si son adquiridos en la cercanía de unas de las calles de catacumbas. Según Lachapelle, a las personas que compran sus solares se les entrega un título de propiedad.

Además de la compra de los terrenos, los familiares a la hora de enterrar a los cadáveres, deben pagar un impuesto de RD$250. El empleado explicó que todos los recursos son enviados, de inmediato, a la administración del ayuntamiento.

En las entradas se observan varias mujeres con cubetas repletas de flores; las mismas son ofertadas a quienes van a despedir o visitar a sus parientes.

También hay descuido

Y como si eso fuera poco, el campo santo de San Isidro está lleno de maleza, porque no existe un personal para la limpieza. No obstante, hay varios empleados en la oficina de la parte frontal, que se dedican, simplemente, a la venta de los terrenos.

En el camposanto de Cristo Rey no sucede lo mismo, pues allí, existe un equipo que se encarga de la limpieza.

Dominicanoshoy.com visitó este viernes los lugares y pudo contactar que el descuido de las autoridades del Ayuntamiento de Santo Domingo Este es tal que varias tumbas han sido profanadas por desconocidos y nadie sabe explicar cómo pasó.

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