MADRID, EFE.-El capitán de la selección española, Iker Casillas, levantó la Copa del Mundo al cielo de Madrid, apenas pararse el avión en que viajaba "La Roja" frente al antiguo Pabellón de Estado del madrileño aeropuerto de Barajas.
"La Roja" llegó en vuelo 2801 de Iberia, aterrizando a las 14.40 horas en Barajas con los flamantes campeones del mundo de fútbol, que han sido recibidos por varios centenares de trabajadores del aeropuerto y por los bomberos que han hecho un círculo de agua sobre el avión como señal de bienvenida.
Nada más llegar el avión, el comandante ha asomado sendas banderas de España por la ventanilla del aparato, que luce el lema "Orgullosos de nuestra selección. Campeones".
Al abrirse la puerta de la aeronave, ha sido Iker Casillas el primero que ha salido a la escalerilla con la Copa, junto al seleccionador, Vicente del Bosque, y el presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), Ángel María Villar.
Tras elevar la Copa y cedérsela a Del Bosque, que inicialmente se mostró reacio a recibirla, Casillas descendió por la escalerilla del avión con el trofeo conquistado, volviéndolo a levantar en varias ocasiones y seguido por el resto de integrantes de "La Roja".
A continuación, la selección se acercó a la zona donde estaban los medios informativos, donde posaron para las fotos que inmortalizarán este momento.
Con banderas y camisetas de la selección española, empleados de AENA, de las compañías aéreas y de las Fuerzas de Seguridad del Estado, entre otros, han aguantado bajo un fuerte sol la llegada de los futbolistas en la plataforma de Barajas, mientras coreaban distintas consignas de celebración de la victoria y hacían sonar las vuvuzelas.
Se han unido a las decenas de periodistas que, desde primera hora de la mañana, esperaban en el antiguo Pabellón de Estado del aeropuerto de Barajas la llegada del vuelo, que se retrasó más de tres horas sobre el horario previsto.
Los futbolistas han sido recibidos por dos grandes carteles de 42 metros con el lema "Bienvenidos a un país más feliz. ¡Gracias!", instalados por una conocida marca de refrescos.
Al aeropuerto también se ha acercado el presidente de Iberia, Antonio Vázquez, compañía con la que ha viajado la selección, que ha elegido para este avión una "tripulación de excepción", con un comandante José Antonio Revuelta, con más de 17.560 horas de vuelo, para pilotar este "vuelo histórico".
DOS MUERTOS
Las celebraciones de la victoria de la selección española en el Mundial de fútbol de Sudáfrica se vieron empañadas por incidentes aislados durante la pasada noche y la madrugada en distintas ciudades españolas, con dos personas muertas y más de un centenar de heridos.
Uno de los dos accidentes mortales de la noche ocurrió en Mérida (oeste de España), donde una persona se ahogó en una piscina municipal tras haber accedido junto a un grupo de amigos al recinto forzando una valla.
En la misma localidad se registró un herido grave al caerse un hombre de 52 años de un camión en el que festejaba el triunfo y golpearse la cabeza contra un bordillo.
El herido se encuentra ingresado con ventilación asistida después de ser intervenido quirúrgicamente de una craneotomía.
La otra persona fallecida es un hombre de 33 años quien murió en Algeciras, sur del país, tras caer de un balcón mientras celebraba la victoria de la selección española en la final jugada entre España y Holanda en Johannesburgo.
Por otra parte, en Barcelona se registraron 74 heridos, incluidos 12 agentes de la autoridad, y también hubo diversos incidentes como quema de árboles, contenedores y vehículos, así como lanzamientos de objetos y daños en el mobiliario urbano.
Varias personas fueron agredidas en el País Vasco por miembros del entorno independentista radical de esta región del norte de España, que a los insultos y agresiones sumaron daños materiales similares a los provocados en Barcelona.
Estos heridos acabaron la noche en el hospital con lesiones de diversa gravedad por celebrar la victoria de España.
En la provincia de Valencia (este del país), la Cruz Roja tuvo que atender a cincuenta personas por heridas de diversa gravedad e intoxicaciones etílicas, así como por accidentes de tráfico leves.
En Madrid, donde decenas de miles de personas celebraron en las calles la victoria española, los agentes de la Policía Nacional sólo tuvieron que actuar en incidentes puntuales ocurridos en pequeñas zonas del centro y sin que hubiera detenciones.
En cambio, en Granada (sur de España) un grupo de jóvenes lanzó diversos objetos contra agentes de la policía local, uno de los cuales recibió el impacto de una botella en su cabeza.
Los agentes lograron identificar a dos de los jóvenes, quienes serán denunciados a lo largo del día.
DETENIDOS EN HOLANDA
La retirada de la afición holandesa tras la derrota a manos de España en la final de la Copa del Mundo de Sudáfrica 2010 dejó un balance de treinta detenidos en Holanda, según el rotativo Dutch News.
La mayoría de los arrestos por incidentes violentos tras el partido se produjeron en Utrecht, mientras que otras detenciones puntuales se dieron en pequeños núcleos de población como Emmen, Hoogeveen Meppel, Groningen y Stadskanaal, entre otras.
No obstante, en la mayor parte del país, incluida la capital -Amsterdam- y también La Haya y Maastricht, la hinchada naranja se disipó sin incidentes.
Nueve millones de holandeses siguieron su tercera final fallida en un mundial por televisión, ha informado el diario holandés De Volkskrant.
Toda la prensa holandesa se hace eco de las declaraciones de su seleccionador, Bert van Marwijk, quien ha tachado la derrota de "una pena" en la rueda de prensa posterior al encuentro.
"Es triste, pero perder es parte del juego", señaló el entrenador, que destacó que la escuadra holandesa "se vino arriba" en la segunda parte.
Por su parte, el príncipe Guillermo de Holanda, quien junto a su esposa, Máxima, disfrutó del encuentro en Johannesburgo acompañado en el palco por la reina Sofía y los Príncipes de Asturias, coincidió con el entrenador holandés en señalar que fue "una lástima".
El heredero de los Orange, en referencia al juego de los holandeses, cuya dureza provocó que el equipo terminase con diez jugadores sobre el terreno de juego, reconoció que "quizá no fue el más bonito de los partidos, pero fue excitante".
Pese a la derrota, Amsterdam tiene previsto recibir a La Naranja mañana martes con todos los honores para celebrar su subcampeonato.
