El deterioro en el Puerto de San Pedro es cada día más progresivo, a tal punto que su administrador, Domingo Leonardo King, solicitó a la Autoridad Portuaria Dominicana (APORDOM) el cese temporal de las operaciones, para su reparación urgente, ya que representa un peligro para los equipos y el personal.
King pidió una inspección exhaustiva de los muelles que están siendo utilizados por la empresa Cemex Dominicana, ya que estos representan un peligro inminente para los buques que atracan allí, así como para todo el personal de las instituciones que prestan servicios en ese puerto.
“Asimismo, quiero destacar que el deterioro progresivo que presenta este puerto, puede poner en riesgo las operaciones de los equipos pesados y de cargas que prestan servicios en este; cabe destacar que lo mismo ha generado la protesta de varios capitanes de buques”, dice King en una carta enviada a APORDOM.
El funcionario aseguró que Cemex Dominicana es la única empresa que ha dado uso al puerto en los últimos diez años y que es “la responsable del deterioro continuo, porque en el contrato que ellos tienen con la APORDOM, en una de sus clausulas, plantea que invertirían diez millones de pesos para la renovación del muelle, pero no ha sido así”.
“Yo soy responsable de lo que digo; desde que entró en vigencia el contrato, durante el gobierno de Hipólito Mejía, ellos (Cemex Dominicana) no han hecho ninguna inversión, como fue acordada con el Estado”, insistió King, quien envió la misiva al director de APORDOM, José Francisco Peña Guaba, el pasado 13 de abril.
La empresa cementera tiene otro muelle para realizar sus operaciones en San Pedro, “pero no lo utiliza para no gastar dinero en el dragado del río Higuamo, porque ya está sedimentado”, según una fuente que no quiso ser revelada.
El problema no sólo está en el muelle, sino que el edificio donde funciona la Autoridad Portuaria también luce abandonado y con fisuras en las paredes y falta de pintura; no hay sistemas de mantenimiento y la basura y hierba lo bordea.
El muelle tiene el piso destruido en gran parte de su estructura, lo cual dificulta la seguridad de los barcos que atracan allí y la gran cantidad de desperdicios existentes, asemeja un basurero y, al igual que el agua estancada, sugieren la atención inmediata de las autoridades.
El borde del muelle está roto, con muchas varillas oxidadas. Una bita rota que no ofrece la más mínima seguridad y se observa la ausencia de otras dos; ya que sólo están los tornillos que las sostenían, le quitaron las cuatro tuercas a cada una.
Según supo DominicanosHoy.com, Cemex es quien tiene a su cargo el mantenimiento del puerto, que, en su momento, fue el sostén económico, no sólo de San Pedro de Macorís, sino de toda la región Este de la República Dominicana.
Cerca del muelle hay un casco de una barcaza semi hundido que perteneció a Cemex, esto puede causar un accidente al atracar o desatracar un barco y, según expertos en la materia, que permanezca en el lugar es una violación de la Ley No. 3764, del 11 de febrero de 1954, que prohíbe el abandono de toda clase de embarcación en los puertos, ríos y aguas territoriales.
Hace unos meses, el doctor Carlos Juan Musa Hazim dijo que es imposible que los petromacorisanos se queden de brazos cruzados ante el deterioro del muelle de la provincia. “Nosotros necesitamos el muelle y que las empresas que lo operan paguen sus impuestos en San Pedro de Macorís, no en la capital”, sostuvo el galeno.
De su lado, el experto internacional en asuntos de preservación del ecosistema en el mundo, doctor Jamil Assaf Bautista, presidente de LMC Logisticss Managenentt Consultatants Inc, advirtió que si no se salva al río Higuamo de la contaminación que emana el muelle, la corriente marina podría tragarse a San Pedro de Macorís.
Otro gran problema es el polvillo que emanan los barcos que transportan el clinker que utiliza Cemex para elaborar el cemento o exportarlo, lo que ha provocado que moradores de varios sectores próximos al puerto, pidan a las autoridades acudir en su auxilio, ya que mucha gente presenta problemas respiratorios y de la piel.
“Cemex viola una disposición de Medio Ambiente que les ordena desmontar el clinker o cualquier otro material a medio kilómetro mar adentro; pero la empresa no ha cumplido con el dictamen”, dijo un ambientalista.
Los residentes en los empobrecidos barrios La Barca, Playa de Los Muertos y Villa Faro, denunciaron que el polvillo que desprende el clinker, cuando es descargado de los barcos, también produce hongos en la cabeza, atacando, principalmente, a niños y ancianos.
