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Mucha emotividad en Pabellón Fama SPM

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SAN PEDRO DE MACORIS.- El Comité Permanente del Salón de la Fama de Deportistas Petromarisanos pasó con altas calificaciones la primera prueba puesta sobre sus hombros.

El Comité se vistió de gala en el acto de exaltación donde ex-atletas, dirigentes, propulsores y deportistas recibieron el más elevado homenaje que un pueblo le pueda rendir a sus ídolos del deporte.

Emocionantes momentos vivió esta provincia cuando 12 de sus más connotados hijos fueron elevados al olimpo de los dioses.
El honor de ser profetas en su tierra recayó sobre los ex-peloteros profesionales Alfredo Griffin, Rafaelín Ramírez, Pedro González, Ricardo Carty y Rafael -El Gallo- Batista, del ex-selección nacional de levantamiento de pesas, Amaury Cordero; Julio Mon Nadal, de baloncesto; Tomás Binet Mieses, atletismo; y de los propulsores Billy Berroa, Emil Kasse Acta, Eulalio Mallén Isambert y Tomás Binet Ramírez.

Esta docena de ejemplares munícipes, cinco de ellos exaltados póstumamente (Berroa, Mallén, Batista, Kasse Acta y Binet Ramírez) recibieron este domingo la inmortalidad en el Primer Ceremonial del Salón de la Fama de Deportistas Petromacorisanos, en una brillante ceremonia efectuada en el Hotel Macoríx.

Ellos reciben el premio de la inmortalidad por segunda ocasión en sus vidas, ya que todos son miembros del Pabellón de la Fama del Deporte Dominicano.

Los primeros inmortales del deporte de San Pedro de Macorís no sólo agradecieron al Comité Permanente del Salón de la Fama , sino que muchos dejaron escapar sus lágrimas al momento de dirigirse al soberano público que abarrotó los dos salones habilitados para tan especial ocasión.

Desde Pedro González, hasta Tomás Binet Mieses y la doctora Ana María Batista, quien representó a su finado padre Rafael Batista, las lágrimas estuvieron a la orden del día.

Ana Batista dijo que “este es un momento de alegría y tristeza para la familia por tan importante reconocimiento a mi padre, pero les pido que lo recordemos con alegría porque eso fue él siempre irradió.”

Binet Mieses se contuvo al momento de ser inmortalizado, pero no pudo parar las lágrimas cuando su hermana Miriam habló en representación del difunto padre de ambos, resaltando el orgullo dominicanista que siempre enarboló Binet Ramírez, a pesar de ser puertorriqueño de nacimiento y de haber llegado al país siendo un joven adulto.

Y González, prácticamente convaleciente por problemas de articulación en ambas rodillas, lamentó con llantos que su esposa, Ana Estela Feliú, “no esté viva para acompañarme en un momento tan especial como este”.

Griffin, representado por el empresario Rafael Mere, envió su agradecimiento a los miembros del Pabellón de la Fama por tomarlo en cuenta. A Billy Berroa lo representaron su viuda Carmen Olmos y la hija Camile Berroa, quien dijo que “sé que mi padre está aquí por lo mucho que amó a su pueblo.”

Amaury Cordero dedicó la elección a Dios y agradeció a José Hazim, José Hazim Frappier, Pedro Justo Carrión, Federico Antún, Vicente Feliú, Eric Yermenos y Kalil Haché “por lo que representaron en mi época de atleta, y a Felipe Payano después de mi retiro.”

Ricardo Carty, como era de esperarse, puso la nota jocosa del acto y se definió un ducho del béisbol por todo lo que pasó con su salud en su época de jugador estelar en la década del 70. Dijo que su padre quiso que “yo fuera boxeador y mi madre siempre se opuso.”

Las familias de Eulalio Mallén y Emil Kasse Acta, representados por José Mallén (hijo), Emil Bendek Kasse (nieto) y Gloria Kasse Vega (hija) valoraron el significado que representa eso para sus difuntos padres y lo orgulloso que ellos se sienten sus descendientes.

Finalmente, Julio Mon Nadal definió el momento de similar o más emocionante al que vivió cuando fue inmortalizado al deporte nacional en 1990, y Rafaelín Ramírez reconoció que “todo lo que soy en el béisbol se lo debo a Pedro González por ser mi descubridor y quien me firmó.”

El ceremonial, conducido por Rodolfo Espinal, inició con la entonación del Himno Nacional por parte de Niní Cáffaro, y siguió con la invocación a Dios por el reverendo Ricardo Poter. Luego hubo un homenaje a Yudelkis Contreras, a quien fue dedicado el acto, y los atletas Domingo Lorenzo y Yahaira Peguero fueron llamados a depositar los símbolos del Salón de la Fama de Deportistas Petromacorisanos.

Después fue presentado el Presidente de Honor, el secretario de Deportes Felipe Payano, quien de inmediato comenzó los trabajos del ceremonial, con la anuencia de Eric Yermenos, presidente del Comité Permanente del Salón de la Fama , y del secretario general Juan Antonio González.

En el acto se entregaron placas de reconocimiento a Felipe Payano, Niní Cáffaro y José Hazim Frappier fue designado como Presidente de Honor del próximo ceremonial. La parte musical la pusieron Cáffaro y Marcos caminero.

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