La Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) demandó este miércoles del jefe de la Policía Nacional, Rafael Guillermo Guzmán Fermín, detener y castigar los actos de torturas que se están produciendo en esa institución.
Manuel María Mercedes, presidente de CNDH, calificó esa situación como inhumana y violatoria al artículo 3 de la Convención de los Derechos Humanos sobre la torturas, la aplicación de trato cruel, tras indicar que un hecho que se creía altamente superado esté sucediendo en toda la geografía, lo que dijo preocupa a la comisión.
Dentro de los ciudadanos sometidos a torturas están Nelson Enríquez Olivo, Santiago Javier Peralta, Esterlín Febles Santana, Daniel Mella, Juan Bautista Torre, José Luís Cabrera y Juan Isidro García.
Mercedes explicó que la tortura aplicada a esos ciudadanos consistía en introducirle la cabeza en una funda plástica para simular asfixia; la introducción de cebolla comestible en el ano y la boca, apretarle los genitales; esposarlos colgados de una pared, golpearlo con un bate o palo en los pies y con armas de fuegos en otras partes del cuerpo.
El defensor de los derechos humanos sostuvo que aplicar actos de torturas en las investigaciones es contraproducente y en consecuencia violatoria a la Constitución.
Asimismo, advirtió que si en breve plazo el jefe de la Policía no somete a la acción de la justicia a los verdugos torturadores uniformados, y a la vez suspende y elimina los actos de torturas, la comisión de los derechos humanos procederá a nivel local y denunciará a través de las organizaciones internacionales la agresión.
Unas de las víctimas torturadas, Nelson Enríquez Olivo, guachimán de parqueo, narró que fue acusado de ser testigo de un robo y trasladado al departamento de Villas Agrícolas, donde le colocaron una funda en la cabeza y una pelota en la boca para presionarlo a declarar sobre el hecho.
Mientras que Juan Isidro García contó que fue acusado de un atraco que se hizo en un camión y fue trasladado al Palacio de la policía por agentes que no se identificaron y que le propinaron una paliza, le taparon la cara con una funda negra y lo amenazaron con matarlo, tortura que duró de 6:00 de la tarde a 10: 00 de la noche.
En tanto que el vocero policial calificó la denuncia como simple y se comprometió a recibir los pormenores del caso para comunicárselo al jefe Policía, a fin de tomar las medidas correspondientes.
Sostuvo que desconocía que eso sucediera en la institución y reiteró que la jefatura está abierta a recibir cualquier tipo de denuncia.
