Tegucigalpa.- El depuesto presidente de Honduras, Manuel Zelaya, puede estar seguro de que, aunque los militares lo derrocaron el 28 de junio pasado, su tocayo y empleado como celador, Manuel Hernández, le tiene "bien guardada" la banda presidencial.
"El presidente no se debe preocupar por su banda, porque yo se la estoy cuidando, la tengo bien guardada", dijo Hernández en declaraciones a Efe desde Catacamas, ciudad natal de Zelaya.
Hernández relató que trabaja desde hace 34 años con el ahora gobernante depuesto, a quien definió como "un buen patrón, buen jefe y buena gente".
"Comencé a trabajar desde muy joven con el presidente, entonces yo estaba soltero, ahora ya tengo hijos profesionales que hemos criado con mi esposa, con el trabajo en la casa del presidente", agregó.
Dijo que con la familia Zelaya ha trabajado en la explotación maderera, la ganadería y abriendo caminos y carreteras. El depuesto presidente proviene de una familia que durante muchos años se dedicó a la explotación de recursos forestales en el oriental departamento de Olancho.
Sobre las versiones de una supuesta ocupación de la casa de Zelaya en Catacamas, Olancho, a unos 220 kilómetros al este de Tegucigalpa, Hernández dijo que "eso no ha ocurrido, pero si hay mucha presencia militar en los alrededores".
"La casa no la han allanado, pero esta semana ha venido bastante gente que apoya al presidente", indicó Hernández, quien considera que Zelaya " vendrá pronto y el pueblo lo va a recibir con una gran fiesta".
El presidente Zelaya afirmó desde Nicaragua que su residencia en Catacamas había sido ocupada por el Ejército, lo que también afirmó hoy la esposa del gobernante, Xiomara Castro, en una manifestación en Tegucigalpa, acompañada de su hija Hortensia.
Según el relato de Hernández, unos 30 militares permanecen alrededor de la casa del presidente Zelaya.
Comentó que "unas 4.000 personas esperaban al presidente" en Catacamas, el jueves y viernes pasados, cuando comenzaron a correr los rumores sobre el eventual regreso de Zelaya al país por su ciudad natal.
Ese tipo de rumores no ha cesado desde el día del derrocamiento de Zelaya, a manos de los militares, que lo expulsaron en avión a Costa Rica.
La expectación sobre la llegada de Zelaya a Honduras aumentó con las recientes declaraciones del presidente de Venezuela, Hugo Chávez, quien comenzó a decir que su amigo hondureño estaría llegando "en unas pocas horas" al país.
"El presidente va a venir porque el mundo lo apoya y el pueblo lo quiere", expresó Hernández, de 54 años y que espera a Zelaya "en cualquier momento".
"Aquí le tengo la banda presidencial que representa el poder", indicó Hernández, para quien "ya falta poco para que venga ‘Mel’", como también se le conoce al depuesto presidente.
Por designación del Parlamento, Zelaya fue sustituido el mismo día de su derrocamiento por Roberto Michelette, su correligionario y entonces presidente del poder legislativo, quien le impuso la banda presidencial el 27 de enero de 2006.
La comunidad internacional no reconoce al Gobierno que preside Micheletti, quien espera que en la segunda ronda del diálogo que auspicia el presidente de Costa Rica, Oscar Arias, surja entre hoy mañana una solución pacífica a la crisis política que vive Honduras.
