Tegucigalpa.- Los hondureños aguardan hoy la puesta en marcha del proceso de mediación en Costa Rica auspiciado por el mandatario de ese país, Óscar Arias, mientras los seguidores del depuesto presidente Manuel Zelaya continuaron con sus marchas.
El nuevo gobernante hondureño, Roberto Micheletti, designado por el Parlamento el 28 de junio pasado luego del golpe militar contra Zelaya, viajó hoy a Costa Rica para "dialogar" con Arias.
Acompañan a Micheletti la ex presidenta de la Corte Suprema de Justicia Vilma Morales, el ex canciller Carlos López, el ex candidato presidencial por la Democracia Cristiana Arturo Corrales, el ex aspirante presidencial Mauricio Villeda y el ex secretario del Sistema de la Integración Centroamericana (SICA) Roberto Herrera.
Por su parte Zelaya, quien arribó en la noche del miércoles a la capital costarricense, asiste a la reunión con su secretaria de Relaciones Exteriores, Patricia Rodas, entre otros asesores, informó a Efe en Tegucigalpa un cercano colaborador suyo.
Mientras Arias iniciaba su trabajo de mediador, los seguidores del destituido mandatario tomaban pacíficamente carreteras en el sur y centro de Honduras, paralizando el tráfico durante varias horas.
Los adversarios de Zelaya, encabezados por la Unión Cívica Democrática (UCD), que aglutina a políticos, empresarios, profesionales e iglesias, entre otros sectores, se reunieron en un hotel de Tegucigalpa para seguir los acontecimientos en Costa Rica y analizar lo que pueda resultar de la mediación iniciada por Arias.
El comisionado hondureño de los Derechos Humanos, Ramón Custodio, quien participó en la reunión de la UCD, dijo a Efe que "de Costa Rica debe salir algo que deje vivir en paz a los hondureños".
"Debe salir algo que nos deje atender los problemas de pobreza, desigualdad y miseria que nunca fueron atendidos por el grupo de los que se fueron", subrayo Custodio, en alusión a la administración de Zelaya.
"Al margen de los arreglos en Costa Rica", Honduras necesita trabajar "por una sociedad más justa y en no destruir la poca institucionalidad que hemos venido creando sin la ayuda de ningún pueblo", opinó.
Para Matías Funes, analista y ex candidato presidencial por el izquierdista Partido Unificación Democrática, una salida a la crisis política que vive el país "es difícil por la rigidez de Zelaya y Micheletti".
Funes dijo a Efe que es difícil predecir qué ocurrirá en Costa Rica, porque Zelaya exige su restitución y Micheletti dice que se mantendrá en el poder hasta el 27 de enero de 2010, cuando concluye oficialmente el periodo para el cual fue elegido el derrocado mandatario.
Además, Funes considera que "ni Zelaya ni Micheletti son una solución para el país", que ha entrado en una fuerte polarización.
El dirigente obrero Juan Barahona, de la Central Unitaria de Trabajadores de Honduras (CUTH), declaró a Efe que están "a la expectativa de la reunión entre Arias con el presidente Zelaya y Micheletti, para que se defina cómo se va a entregar el poder".
"Esperamos saber cómo van a quedar los golpistas: si en el exilio o en la cárcel", expresó Barahona, quien enfatizó que uno de los puntos que "no es negociable" es el retorno de Zelaya al frente del Gobierno.
El candidato a la presidencia por el Partido Nacional, Porfirio Lobo, primera fuerza de oposición, dijo que Zelaya y Micheletti deben tener "mucha flexibilidad" y deponer "cualquier actitud intransigente para que le den espacio a una salida que sea conveniente para todos los hondureños".
La crisis política en Honduras estalló con el derrocamiento de Zelaya por los militares y la designación de Micheletti por el Parlamento como nuevo gobernante, lo que ha sido rechazado por la comunidad internacional, que no reconoce al nuevo régimen del país centroamericano. EFE
