close

Discurso del Presidente no llena expectativas

LA VOZ DE LOS QUE NO LA TIENEN ||
Facebook
Facebook
Youtube
Instagram

En situaciones como la actual, los discursos de los jefes de Estado deben tener como objetivo fundamental informar de cosas o situaciones que desconocen la mayoría de las personas, o sea la gran masa de la población, y en el mismo se acostumbra hacer referencia a logros alcanzados, así como a las medidas y proyectos futuros de impacto regional y nacional que habrán de beneficiar al país.

En la República Dominicana existe la costumbre de ver las cosas con optimismo dentro o fuera del marco de la realidad y a veces se exagera. Parece ser, que las malas noticias solo son aceptables cuando se refieren a daños causados por fenómenos naturales o efectos que podemos atribuir a fuerzas en el exterior, fuera de nuestro control. Por supuesto, también expresamos malas noticias y críticas sobre las nocivas actuaciones de otras personas y sus consecuencias en la sociedad, particularmente en el ámbito político.

A mi modesto entender el Presidente, reconociendo que la crisis mundial tendrá un impacto negativo significativo en la economía nacional, quiso enmarcar su discurso con aspectos positivos fundamentados principalmente en la inversión extranjera. Sin la intención de cuestionar la veracidad de los megaproyectos mencionados, es evidente que las condiciones mundiales provocan el cuestionamiento sobre las probabilidades de que estos se ejecuten cuando menos en el futuro inmediato. De todas maneras por la naturaleza y alcance de las obras mencionadas por el Presidente, es evidente que esas inversiones surtirían impacto en la economía nacional y en la creación de empleos, a mediano y largo plazo.

Por otro lado, el país desea que se le explique como mejorará sus condiciones de vida en el futuro inmediato o cuando menos que la situación bastante precaria de muchos dominicanos no empeorará aún más. Considero que ese aspecto el discurso se quedó corto y hasta defraudó. Veamos:

• Usar los Fondos de Pensiones para obras del Estado es contraproducente. Esos fondos son privados y tienen la finalidad de producir ingresos para los contribuyentes cuando estos se jubilen. Las inversiones de esos fondos no se pueden ni deben ser regidas por ley gubernamental para el propio uso del gobierno. Precisamente por la necesidad de recurrir a fondos privados el gobierno Argentino nacionalizó recientemente los fondos de pensiones en ese país. O una cosa o la otra, Privado o Estatal.

• El acuerdo de monitoreo con el Fondo Monetario Internacional es más bien para tranquilizar a los empresarios nacionales y a los inversionistas extranjeros y tenedores de los bonos soberanos en el exterior. No tiene otro gran significado, ya que cuando el país estaba sometido al Acuerdo Standby, el FMI tuvo que conceder repetidas extensiones por incumplimiento con las metas establecidas dentro de los periodos fijados. El monitoreo no garantiza como no garantizó el “Standby”, que las autoridades van a cumplir con sus metas. Al final es el Gobierno el que ejecuta el presupuesto e impone las políticas monetarias.

• Los visitantes de los Emiratos Árabes Unidos discutirán inversiones en el sector energético pero en realidad el verdadero problema de ese sector es que el cobro del consumo es altamente deficitario y el gobierno está destinado a subsidiarlo. Aunque se reconoce que una reducción en el costo de producción, beneficiará a todo el mundo ya que en principio se puede anticipar que a menor precio mayor las posibilidades de cobrar el consumo, también existe la probabilidad de que un aumento en el consumo acentúe la evasión. Datos históricos parecen indicar que la instalación de nuevos medidores no garantiza el cobro.

Por lo tanto, es obvio, que los inversionistas actuales y futuros dependen del subsidio del Estado sin el cual las inversiones dejan de ser atractivas. Ese es el problema, y la ley que penaliza al que “roba’ la energía eléctrica no parece haber surtido efecto alguno.

• Los índices indicadores del comportamiento de la economía nacional, como la tasa de inflación para este año del 7% y la del crecimiento del 5% no se deben a la adopción de políticas internas excepto por la contribución a la estabilidad macroeconómica de la restrictiva política monetaria. A un elevado costo por supuesto. La reducción en la inflación se ha debido principalmente a la caída en los precios del petróleo de $140 el barril a $40-$44 en un periodo de dos o tres meses, mientras que el descenso en el crecimiento se atribuye igualmente a factores externos. No podemos por un lado culpar a factores externos los impactos negativos en nuestra economía. Por otro lado, asumir méritos por el efecto de los cambios en el exterior que igualmente mejoran algunos elementos en el país. Nuestra dependencia en las economías de los EEU y la UE no nos lo permite. Además recordemos que hasta hace poco se consideraba que nuestra economía estaba “blindada” es decir no se consideraba necesario adoptar medidas para compensar los efectos de la recesión mundial, por lo cual no hubo tiempo suficiente para que las medidas que supuestamente se adoptaron desde entonces surtieran efecto.

• De todas formas en un país donde existe una mala distribución de las riquezas, los índices macroeconómicos no representan fielmente el bienestar de la población. El pueblo mide las condiciones de la economía por el precio de los productos que consume y en estos momentos hay múltiples quejas de que los básicos que componen la canasta familiar no reflejan la baja que se corresponde con el actual precio del petróleo. La gente busca una repuesta y solución a esa situación y alguien debe dársela..

Sobre la necesidad de combatir enérgicamente la delincuencia y el tráfico de drogas, y otros comentarios como que el presupuesto recientemente presentado al congreso es similar al del año en curso y que la educación registra la mayor asignación etc., son temas conocidos de problemas crónicos. La realidad es que sigue en aumento esos elementos negativos en la sociedad y la educación continua siendo deficiente, como lo ha sido durante décadas.

Por otro lado no se mencionó el sector agrícola y su potencial para sustituir aunque sea parcialmente, el descenso en las exportaciones del níquel. El agro y el desarrollo de la agroindustria deben ser los pilares de nuestras exportaciones y es un sector que resiste los efectos de las recesiones. “Hay que comer pase lo que pase”.

El caso de FALCONDO era previsible y ahora nos queda lamentarnos. Más que tratar el asunto con los desempleados y representantes de la región que más sufre las consecuencias, hay que ofrecer un plan de ayuda viable, creando puestos de trabajo.

Y con esa nota se da por terminado estos comentarios no sin antes añadir que parece más lógico y factible dedicar en estos momentos recursos al mantenimiento de la infraestructura del país, particularmente las vías de comunicación (carreteras, puentes etc.) muchas de los cuales están en franco deterioro. La reparación de la infraestructura crea empleos en todo el país y distribuye los recursos con mucha más equidad y amplitud que el inicio de nuevos megaproyectos en áreas especificas.

Por cierto, no se debe olvidar que en el discurso no se mencionó recortes en los gastos corrientes del Estado como medida compensatoria a la escasez de recursos. ¿Que pasó con el plan de autoridad? Me parece que este es un buen momento para adoptarlo y ampliarlo.

No Comments

Leave a reply

Post your comment
Enter your name
Your e-mail address

Story Page