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¿A dónde ha ido el espíritu navideño?

LA VOZ DE LOS QUE NO LA TIENEN ||
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Noviembre anda en su justa mitad y el período navideño se avecina con rapidez, en medio de tonos grises y acelerados.

Muy pocas de las principales avenidas exhiben nacimientos y adornos alegóricos; sobre todo si se compara con años anteriores, cuando la navidad comenzaba desde mucho antes en los negocios y hasta los más humildes se sentían contagiados. Algo así como “olvidar las penas por estos días”…

Pero, cuando DominicanosHoy preguntó a varias personas, la mayoría afirmó no sentir el espíritu navideño en sus almas, ni siquiera lejano.

Alejandro Félix, un chofer de taxi, casado y padre de cinco hijos, habló con tono cansado e inexpresivo de lo que debía trabajar a diario para ganar lo esencial. “No dan los chelitos para nada”, aseguró y contó que, encima, recientemente había sido objeto de un asalto, del cual quedó con la amarga experiencia de comprender que la vida de dominicanas y dominicanos en las calles pende de un hilo.

Otras gentes consultadas antes de escribir estas líneas sustituyeron el tema de la navidad, para recordar que alguna vez se habló en el país de los “Barrios Seguros”. Luisa Martín, reflexiona que “los delincuentes no respetan sitio alguno para operar. Emigran a donde deseen y ni en los campos, donde vivimos familias tan humildes, ellos dejan de hacer sus fechorías”.

A Edith Jiménez lo que más le inquieta es la presencia de jóvenes y adolescentes, autores de crímenes en cualquier sitio del país. Ahora deambulan por Guanuma, dice, y se acercan a sus propios hijos con propuestas nada decentes.

El asesor en materia de drogas del Poder Ejecutivo, Marino Vinicio Castillo (Vincho), ha llamado con urgencia a depurar los organismos castrenses y los que luchan contra el narcotráfico y el crimen organizado, a ver si se logra vencer en esta lucha que parece interminable.

El año 2009 está a las puertas y no hay que olvidar que los hijos del chofer de taxi y de las otras personas mencionadas en estas líneas y los de tantas familias dominicanas, precisan una consolidación de valores y un pensamiento que defienda la identidad nacional y la dominicanidad como deber ser.

Que un día amanezcamos sin el temor a las drogas, los homicidios y asaltos, sin muertes innecesarias en las vías, sin el dolor compartido de ver envejecientes y enfermos mentales en las calles, menores sin escuelas, enfermos sin tratamiento, sin…tantas penas.

Entonces, sólo entonces, dominicanas y dominicanos podrán tener un espíritu navideño.

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