Creer que un alimento llena ayuda a comer menos

Perder peso quizás sea una cuestión de autoengaño. Manipular las creencias en relación a cuanto se considera que llena un alimento parece ser una clave para liberarse de esos kilos de más.

A dichas conclusiones llegó un estudio realizado por la Universidad de Bristol (Reino Unido). El grado en que una comida puede aliviar el hambre no está determinado solamente por su tamaño físico y contenido energético.

Esa influenciado por la experiencia previa con un alimento, algo que afecta las creencias y expectativas en torno al sentirse saciados. Todo esto tiene un efecto directo en la porción de las raciones que elegimos y en lo que se experimenta tras comer, dijo Jeff Brunstrom, uno de los autores.

Los investigadores realizaron dos experimentos. En el primero mostraron a los voluntarios los ingredientes de un postre de fruta, con la diferencia de que la mitad de los participantes vio muchas frutas mientras que el resto observó solo la mitad.

Antes y después de comer este postre cada uno dijo el nivel de saciedad que esperaba recibir y el que efectivamente recibió. Aquellos que miraron una gran porción de frutas sintieron una saciedad mayor , aunque en realidad todos comieron la misma cantidad de alimento.

En el segundo experimento los voluntarios se sentaron a comer un plato de sopa, pero los investigadores aumentaron o disminuyeron la cantidad del alimento ingerido a través de un pequeño tubo escondido debajo del plato.

De esa manera, cada persona comió más o menos sopa de lo que creía. Tres horas después de la comida, al analizar el nivel de saciedad, resultó que los participantes se sintieron más o menos lleno de acuerdo a la cantidad de sopa que creían haber tomado y no al volumen real.

Compartir esta publicación:

WhatsApp
Facebook
X
LinkedIn
Pinterest