Tiempos de huelgas…

La Federación Nacional de Transporte la Nueva Opción (FENATRANO), no ha convocado a paros en los servicios del transporte aún; en tanto que la Federación Nacional de Transporte Dominicano (FENATRADO), si mantiene una paralización en el transporte de carga, mientras que diferentes sectores del ramo difieren o lo consideran inoportuno.

El aumento del precio de los pasajes, considerado directamente proporcional al incremento en los costos de los combustibles, se ubica en la mesa de las conversaciones.

Los dirigentes hablan en una u otra dirección, a la vez que la población dominicana siente estar a merced de los acontecimientos, con las remembranzas de esos días de angustia e impotencia por permanecer en las calles sin tener idea de cómo llegar a sus puestos de trabajo. La pregunta inevitable es: ¿quiénes son los que más pierden con cada paralización del transporte en el país?

Algunos medios de prensa reflexionan acerca de la caótica situación que se vive en diferentes puntos del país cuando ocurren estos paros, en los cuales se producen, además, escenas de innecesaria violencia.

Esa misma población que debe apoyar las huelgas, necesita llegar a sus destinos y no tener amaneceres grises e inciertos, que para nada soluciona sus penas cotidianas.

Es esa mayoría que se mueve a diario a través del transporte público, quien más sufre las consecuencias de estos conflictos.

Ni Gobierno, ni dirigentes transportistas y sindicatos implicados pueden reparar el daño emocional de hombres y mujeres que cada día deben buscar la subsistencia de su familia y enfrentan los incrementos de los precios de productos en su canasta básica.

Lamentablemente, en lo que se ajustan las ideas de indexación o no; mientras las aguas tomen su lugar, el precio más alto lo habrán de pagar quienes menos posibilidades tienen.

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