La Policía suspendió y remitió por ante la justicia a cinco miembros de una patrulla que mataron el sábado un anciano de 81 años que viajaba en una camioneta, y que no se detuvo cuando le ordenaron pararse.
Los suspendidos son un mayor, un segundo teniente, dos sargento mayores y un sargento, quienes fueron remitidos a la justicia para que se establezcan responsabilidades con relación a la muerte del señor Elio Reyes Severino, de 81 años.
Reyes Severino fue baleado en medio de una persecución que se extendió por más de siete kilómetros en la autopista del Nordeste, luego que su hijo rehusara detenerse para fines de investigación.
Los agentes suspendidos y remitidos a la justicia son el mayor José Estrella Fernández, segundo teniente Carlos Alberto Peguero Ortiz, los sargentos mayores Richard Urbaez Gómez y Miguel Antonio Frías de Jesús y el sargento Edwin Gálvez Fernández.
Aclara que la patrulla actuante formaba parte de un equipo de varias unidades pertenecientes a distintos organismos de seguridad, que estaban a la espera de que se produjera un bombardeo de drogas y que los contactos en el país se presentaran a la zona recogerla.
La patrulla de la Policía tiroteó la camioneta en la que viajaba Reyes Severino junto a su hijo, tras seguir en marcha cuando le pidieron que se detuvieran camino a Sabana Grande de Boyá.
Con el caso de Reyes Severino suman dos los ciudadanos muertos en apenas una semana a manos de agentes porque desoyeron órdenes de detenerse.
En la madrugada del pasado domingo fue muerto en similares circunstancias el estudiante de Derecho, Abraham Ramos Morel, de 23 años, quien falleció a causa de un disparo que le hiciera el integrante de una patrulla, en un hecho ocurrido en el ensanche Luperón de la capital.
