El ex secretario de Agricultura, Manuel Amézquita, abogó porque se establezcan mecanismos que permitan llevar más recursos financieros a la agropecuaria, con el objetivo de modernizar y convertir el sector en competitivo.
Señaló que el proyecto de reforma a la Ley 4314 sobre alquileres es un mecanismo idóneo para capitalizar el Banco Agrícola ya que ello ayudaría a paliar el déficit en la oferta de crédito en el campo, lo que, a su vez, permitirá garantizar la producción de alimentos a la población y para la exportación.
Observó que a los empresarios es a quienes más les conviene la capitalización del Bagrícola ya que no pueden lograr un crecimiento de sus negocios con una agricultura estancada, por lo que, a su juicio, se impone la implementación de mecanismos que permitan una oferta de crédito abundante y oportuna que posibilite una integración entre la industria y la agropecuaria.
Dijo que esa integración permitiría elevar los niveles de producción y productividad, así como a solucionar uno de los graves problemas sociales de la República Dominicana, como es el desempleo.
Si aumenta el empleo –afirmó- crece el ingreso y el incremento del ingreso determina la demanda, la que se expandería en beneficio de empresarios y comerciantes que verían dinamizada la economía en todo el país.
Amézquita expresó que los sectores industrial y agropecuario deben mantener un paralelismo en su crecimiento y esto sólo es posible generando las inversiones de capital en el campo, lo que garantizaría la producción de materia prima en la zona rural en función de las necesidades del sector industrial, así como el fomento de industrias y de almacenes de ambiente controlado en el campo.
Explicó que la ley sobre alquileres no es una propuesta nueva, ya que lo que pasa es que no se ha cumplido, y aclaró que el Banco Agrícola nunca le ha negado un centavo a persona alguna en los 65 años de existencia.
El ex secretario de Agricultura planteó la necesidad de una cruzada en defensa y concientización sobre el proyecto de ley que reposa en el Senado de la República, porque entiende que es la solución definitiva a la capitalización del Banco Agrícola, y así poder competir con los demás productores de la región y de aquellas naciones con las cuales el país suscribió tratados de libre comercio.
Afirmó que el Banco Agrícola es una institución segura y confiable con sucursales en todo el país, con estructura técnica y financiera para prestar y recuperar sus inversiones y es la única institución que presta exclusivamente para el desarrollo del campo dominicano.