El ex presidente de la Junta Central Electoral (JCE), doctor Manuel Ramón Morel Cerda, dijo este martes que es una práctica normal que en ese organismo autorizar la expedición de cédulas a ciudadanos que justifiquen urgencia para obtener el documento.
Consideró que con el caso de José David Figueroa Agosto, las autoridades le quieren echar el muerto a otros, y las exhortó a sincerizarse y admitir que perdieron la batalla contra el narcotráfico.
Dijo que dichas solicitudes donde los ciudadanos exigen con urgencia su documentos está incluso estipulado por la ley.
"Lo primero que tengo que decir es que nadie conocía a José Figueroa Agosto en ese tiempo. ¿Quién conocía a Cristhian Almonte Peguero, ni a Felipe Rodríguez? Entonces, ese trámite existía en la Junta Central Electoral, era absolutamente normal”, consideró Morel Cerda.
Señaló que la expedición de documentos están autorizada para firmar esos documentos los miembros del pleno, el director de elecciones y el secretario de la junta, entre otros.
Agregó que cuando cualquier ciudadano acudía a la JCE a procurar una cédula con urgencia, porque iba a contraer matrimonio, realizar negocios o viajar al extranjero, se firmaban las autorizaciones.
"En este caso están tratando de echarle el muerto a gente que no tienen nada que ver con este asunto”, expresó el ex presidente de la JCE.
Argumentó que en la conferencia de prensa de ayer (lunes) demuestra la incompetencia de las autoridades para no decir su rendición absoluta de que perdieron la batalla contra el narcotráfico.
Morel Cerda estima que en el encuentro debieron estar presentes el Procurador General de la República, Radhamés Jiménez Peña y el fiscal del Distrito Nacional, Alejandro Moscoso Segarra, pero no fue así.
En la rueda de prensa realizada por el presidente de la Dirección Nacional de Control de Drogas y el jefe de la Policía, mayores generales Rolando Rosado Mateo y Rafael Guillermo Guzmán Fermín, se presentó una autorización firmada por Morel Cerda para la expedición de una cédula de identidad personal en beneficio del ciudadano Cristhian Almonte Peguero, que luego resultó ser el prófugo puertorriqueño y cabeza de una poderosa red de narcotráfico, José David Figueroa Agosto.