“En conmemoración del mes de su natalicio, un recorrido por la auténtica descendencia del apellido Balaguer que enlaza sus raíces valencianas, su paso por Puerto Rico y su arraigo definitivo en la República Dominicana”
Por: José Balaguer
Santo Domingo RD- Crecí escuchando el nombre Balaguer no solo como mi apellido, sino como relato de país. Hablar de “Balaguer”, Joaquín Balaguer Ricardo es hablar de una figura que atravesó más de medio siglo de nuestra historia política y cultural: estadista, polemista, poeta, orador; objeto de adhesiones fervorosas y de críticas intensas, pero imposible de ignorar. Nació el 1 de septiembre de 1906 en Villa Bisonó (Navarrete), Santiago, cuando aquel poblado era apenas un punto del ferrocarril y un cruce de rutas entre el Cibao y la Línea.
Fue presidente de la República en tres etapas (1960–1962, 1966–1978 y 1986–1996), y antes vicepresidente (1957–1960). Sus gobiernos marcaron la infraestructura moderna, incidieron en el ordenamiento institucional y, no menos importante, en el debate permanente sobre nuestras libertades y nuestra democracia. Esa complejidad, con luces y sombras, forma parte de nuestra educación cívica.
La raíz familiar del Dr. Joaquín Balaguer
La biografía familiar del Dr. Joaquín Balaguer comienza con su padre, Joaquín Jesús (o Timoteo) Balaguer Lespier, puertorriqueño de ascendencia española y francesa. El apellido Balaguer tiene origen valenciano, acreditado en la figura de Joaquín Ramón Balaguer Balaguer, nacido en Valencia en 1812. Aunque existe un municipio denominado Balaguer en la comarca de La Noguera, provincia de Lérida, Cataluña, a orillas del río Segre, en la vertiente occidental, y en aquellos siglos era común que los apellidos se asignaran en función del lugar de origen, no existe base documental para afirmar que nuestro linaje dominicano provenga de Cataluña. Lo que sí está probado es que la rama que arraiga en Puerto Rico y en la República Dominicana tiene un origen inequívocamente valenciano.
Por vía paterna, el segundo apellido, Lespier, procede de linajes de origen francés, herencia de los flujos migratorios que unieron Europa con las Antillas. Por su parte, la madre del expresidente fue Carmen Celia Ricardo Heureaux, oriunda de Puerto Plata, pariente del presidente Ulises Heureaux (Lilís). Aunque se trataba de un parentesco remoto, los registros históricos lo confirman y nos recuerdan cómo las corrientes políticas y sociales de la nación cruzan a menudo por las mismas familias.
El tronco peninsular y la rama puertorriqueña
Si ampliamos el foco hacia atrás, el tronco peninsular aparece con Joaquín Ramón Balaguer Balaguer, nacido en Valencia, España, en 1812, quien posteriormente se estableció en Ponce, Puerto Rico, cuando esta isla tenía la condición jurídica de provincia de ultramar del Reino de España.
Conviene destacar que, tras la Constitución española de 1837 y confirmada en la Constitución de 1876, Puerto Rico no era considerado una colonia en el sentido moderno del término, sino un territorio plenamente integrado dentro del Estado español, con representación en las Cortes Generales y con la participación de sus habitantes como ciudadanos españoles de pleno derecho. En consecuencia, los nacidos en Puerto Rico durante este período ostentaban la nacionalidad española de origen, sin necesidad de naturalización, por aplicación tanto del ius soli (nacimiento en territorio nacional) como del ius sanguinis (descendencia de padres españoles).
En ese contexto nació en Ponce, el 19 de marzo de 1839, José Antonio Balaguer Tizol (1839–1926), hijo legítimo de Joaquín Ramón Balaguer Balaguer y de Buenaventura Tizol. Su nacionalidad española de origen no solo se desprende del marco constitucional vigente en la época, sino que además quedó confirmada en documentos oficiales. Entre ellos, destacan los registros censales del municipio de Ponce, en los que José Antonio Balaguer Tizol aparece inscrito como “natural de España”, evidencia que demuestra la condición de ciudadano español que le reconocían las autoridades locales y, por extensión, el Estado español.
De su matrimonio con Ysabel (Isabel) Lespier surgió una prole numerosa, compuesta por Joaquín, Arturo, Enrique, Antonio Mercedes, Isabel, Carlos, Dolores y Pedro. Con el paso del tiempo, sus descendientes se dispersaron entre Ponce, Puerto Plata, Santiago y Santo Domingo, consolidando la presencia de la familia Balaguer tanto en Puerto Rico como en la República Dominicana. En el caso particular de Carlos, tras llegar a la República Dominicana continuó su travesía hasta Brasil, donde se estableció de manera definitiva. En la memoria oral de mi familia, mi abuelo Arturo Balaguer Lespier solía recordar con afecto a su hermano Carlos, aunque nunca volvió a saber de él hasta el final de sus días. Ese silencio y distancia marcan uno de los pasajes más humanos de nuestra genealogía: la separación de hermanos que, por los vaivenes de la historia y la emigración, terminaron forjando destinos distintos en tierras lejanas.
La memoria familiar: Arturo Balaguer Lespier
En mi familia se conserva un relato que explica un giro decisivo de esa rama. Mi abuelo, Arturo Balaguer Lespier, nacido el 15 de abril de 1882 en Ponce, Puerto Rico, cuando esta isla aún era provincia de ultramar del Reino de España, ostentó desde su nacimiento la nacionalidad española de origen.
En su juventud, Arturo se dedicó al comercio entre Ponce y Puerto Plata. Durante una de sus travesías sufrió una pérdida total de mercancía, hecho que cambió el rumbo de su vida. Ese revés económico lo llevó a establecerse temporalmente en Puerto Plata en el año 1901, donde obtuvo su primer permiso de residencia dominicana, expedido por la entonces Secretaría de Estado de lo Interior y Policía, Departamento de Migración.
A lo largo de su vida en la República Dominicana, Arturo renovó en varias ocasiones dichos permisos de residencia, documentos que hoy reposan en el Archivo General de la Nación, y que constituyen prueba oficial de que residió permanentemente en República Dominicana hasta su muerte en 1976.
Fue durante esa etapa inicial de arraigo en el país cuando conoció a Carmen Celia Ricardo, encuentro que marcaría el rumbo posterior de la familia Balaguer en la República Dominicana.
La historia continúa con un gesto fraterno: fue el propio Arturo quien presentó a su hermano, Joaquín Jesús Balaguer Lespier, a Carmen Celia. De esa unión nacería en Navarrete, Santiago, el que luego sería el presidente Joaquín Antonio Balaguer Ricardo.
Así, Arturo y Joaquín Jesús eran hermanos: uno, mi abuelo; el otro, el padre del presidente.
Mi vínculo familiar con el Dr. Joaquín Balaguer
Esa condición fraterna, que la genealogía dominicana ha reconocido en distintas investigaciones, coloca a mi familia en la cercanía consanguínea con una de las figuras centrales del siglo XX. Cuando me preguntan sobre el parentesco, ofrezco la respuesta más clara y honesta:
El Dr. Joaquín Balaguer Ricardo fue primo hermano de mi padre, José Antonio Balaguer Fuerte.
Mi abuelo, Arturo Balaguer Lespier, formó una primera familia con Roselia Ureña Peña, quien era prima hermana de Rafael Estrella Ureña, expresidente de la República Dominicana. De esa unión nacieron cuatro hijos: Isabel, María Ramona, Mercedes Antonia (Quisqueya) y el Profesor Edmundo Arturo Balaguer Ureña.
El Profesor Edmundo Arturo Balaguer Ureña, mi tío, fue un maestro muy conocido y querido en Salcedo, donde dedicó su vida a la enseñanza de la música y formó musicalmente a varias generaciones de jóvenes, dejando una huella cultural y pedagógica que aún se recuerda. Su único hijo, Francisco José Balaguer Martínez (Frank), se destacó también en la vida pública, ocupando con decencia y pulcritud diversas funciones oficiales. A su vez, Frank fue padre de tres hijos: Elizabeth de la Altagracia Balaguer Rubiera, Emma del Carmen Balaguer Rubiera y Francisco José Balaguer Rubiera, quienes representan la continuidad de esta rama de la familia.
Por otra parte, Mercedes Antonia Balaguer Ureña fue madre de dos hijas: la Dra. Milagros Elmudes Balaguer y Dinorah Altagracia Brache Balaguer, ambas también representantes de esta primera rama de la descendencia de Arturo Balaguer Lespier y Roselia Ureña Peña.
Posteriormente, Arturo formó una segunda familia con Francisca Adelina Fuerte Rivas, mi abuela. De esta unión nacieron Simón Bolívar, América Altagracia y José Antonio Balaguer Fuerte, este último mi padre.
Mi padre, José Antonio Balaguer Fuerte, contrajo matrimonio con Lucía Elvira Antonia Coste Pantaleón, con quien procreó a Arturo José, José Antonio (yo) y Walkiria Josefina.
Y así, yo, José Antonio Balaguer Coste, hablo desde el respeto a la verdad histórica, no a partir de rumores ni especulaciones, sino sobre la base de hechos comprobados, registros y documentos que sustentan esta genealogía. Lo hago honrando la memoria familiar con rigor y respeto por la historia, y con la responsabilidad de quien entiende que los apellidos pesan menos que los hechos. Porque lo importante no es llevar un apellido ilustre, sino lo que cada persona hace con su vida y cómo aporta a la sociedad. Aun así, el apellido ayuda a explicar por qué tantos capítulos de nuestra vida pública nos tocan, literalmente, de familia.
En la actualidad, la familia más cercana en términos de consanguinidad viva al expresidente Dr. Joaquín Antonio Balaguer Ricardo la conforman mis padres y sus hermanos, descendientes directos de Arturo Balaguer Lespier.