Nueva York.- Las partículas pequeñas que emanan los automóviles y la combustión de la calefacción les causaría sibilancias y tos a los niños menores de 2 años.
La contaminación del aire está asociada con la aparición de asma en los chicos que viven en zonas urbanas con tránsito denso, pero este estudio es uno de los primeros que se ocupa de las partículas más dañinas, indicaron los autores en American Journal of Respiratory and Critical Care Medicine.
"Demuestra que existen múltiples componentes de la contaminación que deberíamos tener en cuenta para los efectos en la salud", dijo a Reuters Health la doctora Rachel L. Miller.
El equipo de Miller, del Centro de Salud Ambiental Infantil de la Columbia University, estudió a más de 700 niños desde el nacimiento hasta los 2 años. Todos vivían en el norte de Manhattan o el sur del Bronx.
Cada tres meses, los padres de los pequeños estudiados respondían un cuestionario sobre síntomas respiratorios. Se tuvo en cuenta factores como las alergias estacionales, la etnia y la exposición al humo del tabaco.
Tras comparar los resultados de los cuestionarios con los datos semanales de contaminación de distintos sitios de esas comunidades, el equipo halló que altos niveles ambientales de los metales níquel y vanadio eran factores de riesgo de sibilancias.
En tanto, la exposición a las partículas de carbono, un derivado de la combustión del diesel, elevó el riesgo de tos en época de resfríos y gripe.
La cantidad total de partículas aéreas no estuvo asociada con las sibilancias o la tos, lo que sugiere que los ingredientes de la contaminación del aire causarían síntomas asmáticos en los niños pequeños.
El nuevo estudio, "cuestiona cuál es la mejor forma de regular la contaminación del aire para proteger a los niños", dijo a Reuters Health el doctor Frank Gilliland, director del Centro de Ciencias Ambientales de la Salud del Sur de California, que no participó en el estudio.
Según Miller, "la investigación se suma a una creciente cantidad de trabajos que sugieren que la exposición a los contaminantes en los primeros años de vida afectaría la salud futura".