El Comité Olímpico Dominicano (COD) reiteró “la necesidad de hacer un alto” y detener el grado de arrabalización en que ha sido sumido el centro olímpico Juan Pablo Duarte.
“Ha llegado la hora de hacer un alto, ha llegado la hora de unirnos para rescatar el Centro Olímpico” principal complejo del país.
En unas declaraciones escritas, el licenciado Luis Mejía y Antonio Acosta, presidente y secretario general respectivamente del COD, expresan que les satisfacen las informaciones ofrecidas por el secretario de Deportes, Felipe Payano, en el sentido de que, conjuntamente con los trabajos que se realizan se pondrá en ejecución un amplio plan de remozamiento del principal e histórico complejo deportivo de la capital.
Pero establecen que el Centro Olímpico Juan Pablo Duarte “está arrabalizado” y pidieron poner un alto a la celebración de ferias de vehículos, las cuales trastornan las actividades propias que allí tienen lugar.
Añaden: “ratificamos nuestra posición de que los organismos de la construcción del Estado deben conocer a fondo, junto con el movimiento deportivo, los planes concretos que harán con el Centro Olímpico”.
Señalan que no se trata de una batalla entre dirigentes, sino una cruzada por la preservación del Centro Olímpico, que es no solo un patrimonio del deporte, sino de todo el pueblo dominicano.
Los dirigentes olímpicos dejaron claro su determinación de defender la posición de que se limiten las incursiones que allí se están realizando y las que se están ideando. “El Centro Olímpico tiene muchas amenazas y el movimiento olímpico lo va a defender porque es un patrimonio de los deportistas”, señalan.
Reiteran la petición al secretario de Deportes, Felipe Payano, para que no siga permitiendo la celebración de ferias de vehículos en ese complejo.
Rechazaron que extensas áreas sean usadas por instituciones como estacionamientos de vehículos, además del uso de las instalaciones para la presentación de espectáculos con mucha regularidad.
En sus declaraciones, Mejía y Acosta, indican que las incursiones frecuentes que se han hecho en el Centro Olímpico Juan Pablo Duarte, así como el uso de sus espacios para actividades ajenas al deporte han ocasionado serios trastornos a las organizaciones deportivas que tienen allí programados eventos.
