Washington.- El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, que está hoy de vuelta en Washington, después de una larga semana de gira por Asia, tiene previsto tomar este día con tranquilidad y no asistir a actos públicos, anunció la Casa Blanca.
"El presidente no tiene actos públicos" indicó escuetamente la oficina del portavoz presidencial.
Barack Obama llegó a Washington el jueves procedente de Corea del Sur donde, tras reunirse con el presidente Lee Myung-bak, lanzó una nueva advertencia a Corea del Norte e Irán para que acepten las ofertas internacionales sobre sus programas nucleares o, si persisten en su actitud, se atengan a las consecuencias.
Antes, su gira asiática llevó a Obama a China, Japón y Singapur donde asistió a la reunión del Foro de Cooperación Económica Asia Pacífico (APEC).
En China, la etapa más importante del viaje, mantuvo horas de conversaciones con las autoridades de la República Popular sobre cambio climático, no proliferación nuclear, el cambio de la divisa china, los intercambios comerciales y los derechos humanos.
Obama presionó a su par chino, Hu Jintao, acerca de la aplicación de unos derechos humanos "universales", pero tuvo a su vez que escuchar una reconvención sobre el proteccionismo y, al término de la visita, las diferencias no parecieron haberse reducido.
En la etapa inicial, en Japón, Obama sí encontró un nuevo lenguaje para dialogar con el nuevo Gobierno nipón de Yukio Hatoyama -que ha expresado su voluntad de una relación menos dependiente de EE.UU.- y declaró el comienzo de una nueva relación basada en la igualdad.
De regreso en Washington, Obama volverá a concentrarse en la aprobación de la reforma de salud, que en este momento está en debate en el Congreso y que representa uno de los principales objetivos del gobernante estadounidense durante su mandato.
El líder de la mayoría del Senado, Harry Reid, programó para mañana un "voto de ensayo" sobre un plan de reforma por 849.000 millones de dólares que determinará el inicio del debate.
La Cámara de Representantes aprobó su propuesta de reforma, de más de un billón de dólares, el pasado día 7. Ambas versiones tendrán que ser armonizadas en un texto definitivo y votado en las dos cámaras del Congreso para convertirse en ley. EFE