El Palacio Nacional fue bendecido este miércoles por un sacerdote católico y un pastor evangélico, quienes agradecieron a Dios porque el presidente Luis Abinader es un hombre creyente y temeroso del cielo.
El padre Jorge William Hernández, rector del Colegio Loyola de Santo Domingo, y el pastor evangélico Dío Astacio, enlace del Gobierno con la comunidad cristiana, apreciaron la fe del mandatario y pidieron que la bendición celestial acompañe a esta gestión.
El acto solemne, realizado en las escalinatas de la sede presidencial, reunió al gobernante y a la vicepresidenta, Raquel Peña; a la primera dama, Raquel Arbaje; a la directora de Comunicaciones y vocera del Gobierno, Milagros Germán; al consultor jurídico del Poder Ejecutivo, Antoliano Peralta Romero, entre otros.
La señora Arbaje aprovechó la ocasión para dirigirse a los presentes y decirles que la casa de Gobierno es su casa, y que espera conocerlos más de cerca.
Cuando el cura empezó a leer la Biblia, Abinader se persignó; y cuando derramó el agua bendita, el mandatario la recibió con devoción.
La primera dama también oró con fervor, cerrando sus ojos y abriendo sus manos.
