Miami (EE.UU.)- Los meteorólogos estadounidenses alertaron hoy sobre la "percepción equivocada" de que la temporada de huracanes 2009 en la cuenca atlántica ha registrado hasta ahora una actividad por debajo de lo normal.
"Hay una percepción equivocada" entre la población sobre la actividad ciclónica de esta temporada, que en junio y julio pasados sólo registró la formación de una depresión tropical, dijo a Efe Dennis Feltgen, meteorólogo del Centro Nacional de Huracanes (CNH) de EE.UU.
La realidad, aseguró Feltgen, es que "los tres últimos años han sido una excepción respecto de lo que uno espera normalmente" y "no es cierto" que hasta agosto la temporada haya registrado una actividad inferior al promedio.
"En junio y julio, típicamente, se producen una o dos tormentas tropicales", dijo el científico.
Por eso, exhortó a la población a no bajar la guardia y a completar todos los preparativos necesarios para protegerse en la temporada de huracanes.
Reiteró que "no es nada fuera de lo normal lo que estamos viendo", y recordó que, de hecho, algunos de los más devastadores huracanes de que hay registro "se formaron tarde", tal es el caso del ciclón de categoría cinco Andrew, que se formó a mediados de agosto de 1992.
La Administración Nacional de Océanos y Atmósfera (NOAA, por su sigla en inglés) de EE.UU. pronosticó el pasado jueves que la temporada de huracanes en el Atlántico, que entre agosto y octubre se encuentra en su pico, puede tener una actividad ciclónica "cercana a estar por debajo de lo normal".
La NOAA anunció que prevé la formación de entre siete y once tormentas tropicales, de las cuales de tres a seis podrían derivar en huracanes, uno o dos de ellos de gran intensidad (categoría 3, 4 ó 5) en la escala de intensidad Saffir-Simpson.
Científicos de la NOAA indicaron que la temporada de huracanes de 2009, que comenzó el pasado 1 de junio y concluye el 30 de noviembre, será ligeramente más suave de lo vaticinado, debido a los "efectos" del fenómeno de "El Niño", que "continuará desarrollándose".
Pese al efecto en la formación de tormentas de "El Niño", Feltgen aseguró que "eso no es lo importante, ya que "solo es necesario que se forme un huracán" para que se tenga "un año muy malo". ‘Andrew’ es el ejemplo, advirtió.
Mencionó otros ejemplos, como el del huracán "Alicia" en agosto de 1993, en una temporada en que sólo se formaron cuatro tormentas y, sin embargo, precisó, este ciclón golpeó a Houston como huracán de categoría tres.
"No queremos que nadie tenga una falsa sensación de seguridad" debido a los efectos "El Niño" u otros fenómenos, porque "sólo hace falta, insistió, una tormenta" para que el peligro sea real.
En ese contexto, hizo hincapié en que se está "entrando en el pico de la temporada, que sólo pierde intensidad en octubre, "aunque en el estado de Florida" se tiene en ese mes un segundo pico.
"Florida es muy vulnerable en octubre a las tormentas que vienen del noroeste del Caribe", apostilló.
En cuanto a otras temporadas ciclónicas con una actividad "tardía" semejante a la de 2009, destacó la de 1992, que registró su primera tormenta tropical el 16 de agosto; o la de 1984, cuya primera tormenta se produjo el 20 de agosto.
La temporada de huracanes en el Atlántico que ostenta el récord de más tardía, apuntó el meteorólogo, corresponde a la de 1967, cuya primera tormenta tropical se registró el 30 de agosto.
En una temporada promedio se forman entre once tormentas y seis huracanes, de los que dos alcanzan las máximas categorías.