Pekín.- China podría lanzar a finales de abril los primeros ensayos en humanos de vacunas contra el nuevo coronavirus, anunciaron este viernes las autoridades.
Investigadores del mundo entero trabajan para desarrollar tratamientos destinados a luchar contra la enfermedad Covid-19, que emergió en diciembre en el gigante asiático.
«Varios equipos de investigación recurren a diferentes técnicas para concebir una posible vacuna», indicó Xu Nanping, el viceministro de Ciencia y Tecnología.
«La primera debería ser sometida a ensayos clínicos hacia finales de abril», señaló en una rueda de prensa en Pekín.
Los investigadores chinos utilizan varios procedimientos para lograr una vacuna, declaró Zeng Yixin, el vicedirector de la Comisión Nacional de Salud.
Entre estos métodos figuran el uso de un coronavirus inactivo, el uso de ingeniería genética para producir proteínas que sirvan de antígenos, o la modificación de vacunas antigripales, detalló Zeng.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró el martes que haría falta al menos un año antes de obtener un producto que se pueda usar a gran escala.
«La vacuna es algo a largo plazo, pues podría demorar hasta 12 o 18 meses. Esto es en el peor de los casos», declaró su director Tedros Adhanom Ghebreyesus.
Unas 75 000 personas han sido contagiadas en China continental, de las cuales más de 2200 han muerto. Fuera de China continental, se han producido 11 fallecimientos y 1100 contagios en unos 25 países. (I)
Para complementar el trabajo, los investigadores repitieron el experimento con células jóvenes humanas de riñón. Para su sorpresa, la exposición a los altos niveles de fluoruro en las células que forman el tejido de un órgano relacionado con la filtración del agua ingerida por el organismo no presentó indicios de fluorosis, lo que les lleva a inferir que la composición y el comportamiento del esmalte dental son únicos.
«Uno pensaría que al exponer las células de esmalte y las de riñón al mismo estresor, es decir, la misma cantidad de fluoruro durante el mismo tiempo, se obtendrían resultados más o menos similares. Pero no ha sido así», se sorprende Lacruz.
«Bajo las mismas circunstancias, las células de esmalte reaccionan al estrés de forma muy diferente a cómo lo hacen otras partes del cuerpo. Estamos empezando a desentrañar un mecanismo que revela hasta qué punto son excepcionales y por qué la fluorosis es un problema que ataca principalmente a los dientes», concluye.