Washington.- El gobierno del presidente Donald Trump acusó este jueves a Rusia de organizar una operación en curso para hackear y espiar la red eléctrica de Estados Unidos y otras infraestructuras críticas, e impuso por separado sanciones a funcionarios rusos por su presunta interferencia de alta tecnología en las elecciones presidenciales estadounidenses de 2016.
Los funcionarios de seguridad nacional de Estados Unidos dijeron que el FBI, el Departamento de Seguridad Nacional y las agencias estadounidenses de inteligencia determinaron que la inteligencia rusa y otras agencias estaban detrás de los ataques al sector energético.
Agregaron que los rusos eligieron deliberadamente los objetivos de la industria energética de Estados Unidos, obteniendo acceso a los sistemas informáticos y luego llevando a cabo un «reconocimiento de la red» de los sistemas de control industrial que operan las fábricas estadounidenses y la red de tendido eléctrico.
El gobierno de Estados Unidos ha ayudado a las empresas de energía a expulsar a los hackers rusos de todos los sistemas que se sabe que fueron violados, según los funcionarios, que hablaron con los reporteros con la condición de no ser identificados a fin de poder hablar sobre información delicada para la seguridad nacional. Los funcionarios dejaron abierta la posibilidad de descubrir más violaciones de seguridad y dijeron que el gobierno federal estaba emitiendo una alerta a la industria energética a fin de concientizar sobre la amenaza y mejorar las medidas de preparación.
Las acusaciones y las sanciones que las acompañan son algunas de las acciones más fuertes hasta la fecha por parte del gobierno estadounidense para castigar a Rusia por hackear y otros intentos de sembrar la discordia en la democracia estadounidense. También el jueves, Estados Unidos se unió a Gran Bretaña, Francia y Alemania en una declaración conjunta para culpar a Moscú por el envenenamiento de un ex espía ruso que residía en Inglaterra.
La lista de rusos sancionados incluye a los 13 acusados el mes pasado por el fiscal especial estadounidense Robert Mueller como parte de su investigación sobre la supuesta interferencia rusa en las elecciones.
Las sanciones representan el primer uso de los nuevos poderes que el Congreso aprobó el año pasado para castigar a Moscú por inmiscuirse en las elecciones que el republicano Donald Trump ganó a la demócrata Hillary Clinton.
«Estas sanciones selectivas son parte de un esfuerzo más amplio para hacer frente a los nefastos ataques que se están produciendo desde Rusia», dijo el secretario del Tesoro, Steven Mnuchin. Agregó que otros enfrentarán castigos en el futuro bajo la nueva ley de sanciones «para hacer que rindan cuentas los funcionarios del gobierno ruso y los oligarcas por sus actividades desestabilizadoras».
En total, el gobierno anunció sanciones a 19 ciudadanos rusos por su presunta interferencia en las elecciones de 2016. También fueron amonestadas cinco entidades rusas, entre ellas la llamada Agencia de Investigación de Internet, que según Mueller orquestó una campaña masiva de desinformación en línea para influir en el resultado de las elecciones presidenciales.
El Departamento del Tesoro anunció las sanciones en medio de fuertes críticas tanto a Trump como a su gobierno por no usar la autoridad, como lo ordenó el Congreso, para castigar a Rusia por interferir en las elecciones. El propio Trump ha expresado su escepticismo sobre las acusaciones contra Rusia.
Los rusos sancionados incluyen a funcionarios que trabajan para la agencia de la inteligencia militar rusa, la GRU. La acción del jueves congela cualquier activo que los individuos y entidades puedan tener en Estados Unidos y prohíbe a los estadounidenses hacer negocios con ellos.
El Departamento del Tesoro dijo que la GRU y los militares rusos intervinieron en las elecciones estadounidenses y que fueron «directamente responsables» del ciberataque NotPetya, que afectó a empresas de toda Europa en junio de 2017.
Los incluidos en la acusación de Mueller incluyen a Yevgeny Prigozhin, quien es conocido como el chef del presidente ruso Vladimir Putin. Prigozhin dirigió la Agencia de Investigación de Internet, con sede en San Petersburgo, y 12 de sus empleados. Ellos fueron incluidos en la acusación de Mueller el mes pasado.
La Agencia de Investigación de Internet «manipuló, alteró o causó una apropiación indebida de información con el propósito o efecto de interferir o socavar los procesos e instituciones electorales», específicamente la campaña presidencial de 2016 en Estados Unidos.
La Agencia «creó y administró un vasto número de identidades falsas en línea que se hicieron pasar por personas legítimas de Estados Unidos para incluir organizaciones de base, grupos de interés y un partido político en las redes sociales», dijo el comunicado del Departamento del Tesoro. «A través de esta actividad, la Agencia publicó miles de anuncios que llegaron a millones de personas en línea».