Santo Domingo.- La apartada localidad dominicana de Galván, en el suroeste del país, inició hoy el primero de tres días de luto por la muerte de diez de sus vecinos en un accidente de tráfico que le costó la vida a otras dos personas y causó heridas a trece.
La alcaldesa del municipio, Jacqueline Núñez, dijo a Efe que en esa localidad "nunca habíamos visto una tragedia similar" y calificó el accidente de "muy lamentable".
La funcionaria municipal explicó que debido a la situación decidieron suspender por tres días las actividades públicas y festivas de Galván, en la provincia de Bahoruco, incluyendo las fiestas patronales programadas para el próximo 3 de mayo.
Este grupo de personas falleció ayer junto a otras dos, nativas de Vicente Noble, también en el suroeste, cuando el autobús en el que se desplazaban de madrugada a Santo Domingo chocó frontalmente con un camión de gran tonelaje en un puente entre el municipio de Baní y la provincia San Cristóbal, en el sureste.
El accidente también ocasionó heridas a otras trece personas que se encuentran en hospitales de Santo Domingo, Baní y San Cristóbal.
Núñez dijo a Efe que nueve de los fallecidos de su localidad ya fueron sepultados, pero que la otra víctima será enterrada "en las próximas horas" cuando lleguen al país sus hijos, que se encuentran en el exterior.
La funcionaria tiene previsto desplazarse mañana hasta la capital del país para constatar la situación de los heridos.
El conductor del camión, José Santo Aquino, dijo en declaraciones publicadas hoy en medios locales que trató de evitar la colisión, pero que el autobús "cerró el paso". "Lo lamento mucho, pero no fue mi culpa", afirmó Aquino, quien sufrió una lesión en el ojo izquierdo.