Cambiar a granos integrales podría reducir la cintura

HealthDay News.- Cambie el espagueti blanco por un buen plato de pasta de grano integral.

Se sentirá más lleno tras cambiar los granos blancos altamente procesados por alternativas de grano integral, plantea un nuevo estudio de Dinamarca. Además, es probable que pierda algo de peso y que se reduzca la inflamación. Esos cambios pueden ser útiles para prevenir o mejorar la diabetes tipo 2, anotaron los investigadores.

«Nuestro análisis confirmó que hay una base científica sólida para la recomendación dietética de comer granos integrales. El centeno parece tener el mejor efecto», apuntó la autora principal del estudio, Tine Rask Licht, profesora de ecología microbiana intestinal en la Universidad Técnica de Dinamarca.

Pero el estudio también arrojó algunos resultados sorprendentes. Comer una dieta rica en granos integrales no pareció mejorar la sensibilidad a la insulina, ni cambiar el microbioma intestinal (la mezcla de bacterias que normalmente viven en los intestinos).

El estudio incluyó a 50 personas que estaban en riesgo de síndrome metabólico, una afección que incluye una variedad de factores de riesgo de la enfermedad cardiaca, como hipertensión, un colesterol HDL (el bueno) bajo, triglicéridos (otra grasa de la sangre) altos, obesidad abdominal y una reducción en la sensibilidad a la insulina. Las personas con al menos tres factores de riesgo tienen un síndrome metabólico, según la Asociación Americana del Corazón (American Heart Association).

Los participantes tenían entre 20 y 65 años de edad. Todos tenían sobrepeso o eran obesos.

Los voluntarios se dividieron al azar en dos grupos. Un grupo comió una dieta solo con granos integrales o productos de granos durante ocho semanas. Entonces, consumieron su dieta regular durante seis semanas. Y por último pasaron ocho semanas más comiendo una dieta de productos de granos refinados. El otro grupo completó el estudio en el orden inverso, comenzando con los granos refinados.

Los granos integrales incluyeron el trigo, el centeno, la cebada, la avena, el arroz integral y rojo, el mijo, y el maíz seco (el maíz fresco se considera una verdura), señalaron los investigadores.

Los voluntarios recibieron análisis de sangre y proveyeron muestras de heces a lo largo del estudio de forma que los investigadores pudieran evaluar el ADN de su microbioma intestinal.

Todos mostraron reducciones en el peso corporal y en los marcadores de inflamación sistémica con la dieta de granos integrales. Licht dijo que cree que los granos integrales ayudan a las personas a perder algo de peso al llenarlas y aumentar la saciedad.

Pero añadió que los investigadores sintieron cierta sorpresa de que no hubiera cambios en las bacterias naturales del cuerpo tras el cambio en la dieta. Otros estudio, anotó, también han tenido resultados similares.

Samantha Heller, dietista registrada en el Centro Langone de la NYU, en la ciudad de Nueva York, dijo que los hallazgos respaldan otras investigaciones que han encontrado un efecto antiinflamatorio y pérdida de peso con los granos integrales.

También anotó que otros estudios han tenido resultados contradictorios respecto a los cambios en el microbioma, además de las mejoras en la sensibilidad a la insulina, cuando las personas cambian a los granos integrales. Dijo que quizá este estudio fuera demasiado pequeño para observar esos efectos, o tal vez lo que explique los hallazgos se trate del tipo de grano, la cantidad de grano o la duración del estudio.

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