El músico de 29 años, quien interpreta a Shawn Parker, ex presidente de Facebook y co creador de Napster, le confesó a People EnEspanol.com que al asumir este reto actoral sintió un poco de temor, pero se siente satisfecho con el resultado.
“Me dio un poco de miedo además porque el personaje tenía muchos matices y pensé que quizá no era suficientemente bueno para el papel”, comentó Timberlake. “Cuando comencé la película y dije los diálogos que Aaron (el escritor) había escrito sentí que tenía la responsabilidad de no arruinarlo”.
Y aunque el ganador de seis premios GRAMMY, quien ha vendido más de 14 millones de discos en todo el mundo era consciente de que no tenía mucha experiencia en la actuación, cree que el trabajo que hizo en algunos de sus vídeos fueron una buena escuela.
“Cuando hacíamos esos dinosaurios de vídeos creo que aprendí mucho. El de ‘Cry Me a River’ fue probablemente el que más se acercó a una actuación pues eso fue como un cortometraje”.
Y para aquellos que se preguntan qué hace un músico jugando a ser actor en una película, el cantante tiene una respuesta que acalla las dudas.
“Creo que la actuación tiene relación con la música pues siento que cada libreto que uno lee es musical. Todos tienen un ritmo y definitivamente hay mucha musicalidad en la actuación y eso sirve de mucho”.
Pero aunque su participación en el filme seguramente será aplaudida por la crítica y por el público que lo adora, Timberlake nos confesó que aunque no sabe si aceptará nuevos proyectos en cine o si retomará la música, tiene claro que ama las melodías y le gusta interpretar las escenas, pero nunca se dedicaría a ambas de manera paralela.
“Sería muy bueno poder hacer ambas cosas a la vez, pero no tengo la habilidad de hacer dos tareas al mismo tiempo y sentir que lo que estoy haciendo es lo mejor que puedo hacer”, comentó el ex novio de Britney Spears. “Creo que si uno está haciendo una película debe concentrarse en hacer una película y si uno está haciendo un álbum debe concentrarse en eso”.
The Social Network es una cinta que vale la pena mirar, pues más allá de narrar la historia del creador de Facebook, muestra con ironía la soledad a la que el ser humano puede caminar en un mundo que curiosamente cada vez es más global gracias a herramientas como el internet y las redes sociales.