Bomberos piden se le desligue de los ayuntamientos

Los ayuntamientos son vistos como un obstáculo por los Cuerpos de Bomberos, quienes entienden que sus precariedades no acabarán hasta tanto sean regidos por un ministerio. Alegan son discriminados por los cabildos al momento de la asignación de recursos.

Bomberos de Sánchez, Samaná

Los bomberos de Sánchez, Samaná, temen ser aplastados por el techo del lugar donde operan, una construcción ya ruina que servía de almacén de Aduanas, y donada en el año 1952 por Rafael Leónidas Trujillo.

Esos voluntarios, en alerta las 24 horas del día, realizan sus labores titánicas sin las herramientas mínimas de trabajo, según el teniente Ramón Sánchez Gutiérrez, con 17 años de servicio.

Las condiciones de los bomberos de Sánchez no se diferencia de las de sus colegas de otras comunidades: no cuentan con camiones, vestimentas, escaleras, sierras u otros recursos para apagar los fuegos.

Sánchez Gutiérrez se quejó del abandono a que están siendo sometidos por los cabildos. Lamentó la falta de un seguro médico y un salario minino para sostenerse.

“Vamos a seguir en esto hasta la creación de una secretaría. Necesitamos que el Gobierno central tome las riendas de los cuerpos de bomberos a nivel nacional”, manifestó.

Sánchez Gutiérrez recibe un salario de entre RD$1,500 y RD$2,000 mensuales, pago que sólo reciben 12 bomberos denominados fijos. Igual suerte no corren otros 27 hombres que sirven como voluntarios.

Una parte de esos recursos lo consiguen a través del servicio de garaje en que se han visto obligados a convertir el local por las noches. El comandante del Cuerpo de Bomberos de Sánchez es el coronel José Augusto Olivo.

Por el momento los bomberos de Sánchez sólo están pendientes a las promesas de ayuda hechas por el nuevo síndico Melvin Ramírez.

Bomberos de Agua Santa del Yuna, provincia Duarte

El cuerpo de bomberos de la comunidad Agua Santa del Yuna, Distrito Municipal La Reforma, provincia Duarte, alegan que la situación por la que atraviesan es tan calamitosa que no consiguen ni siquiera para costear el funeral de los voluntarios.

Se quejan de que el ayuntamiento del municipio se coge el dinero que debe llegarle para el pago del personal y la compra de equipos que requieren para sus labores diarias.

Ese cuerpo de bomberos fue fundado el 24 de septiembre del 2006 y nunca ha recibido ayuda ni de las autoridades municipales ni del Gobierno central.

Agua Santa cuenta con 22 bomberos voluntarios, incluyendo el coronel que lo comanda Bernardo Antonio Martínez Meléndez, quien, incluso, hace trabajos de guardián de seguridad en empresas privadas para poder ganarse el sustento de su familia.

“Uno hace esto de manera voluntaria y con amor, pero todo el que trabaja merece ganarse siquiera con que sostener su familia. El general cobra en el Ejecutivo, los coroneles, como pertenecemos a los ayuntamientos, nos estamos muriendo de hambre”, se quejó.

Según Martínez Meléndez, existe una gran desigualdad entre los bomberos de la capital y de Santiago, los cuales dijo cuentan con todos el material logístico que necesitan, a la vez que cobran su sueldo mensualmente.

Cuenta que cuando se origina un fuego en la zona hacen esfuerzos de apagarlo con seis cubetas plásticas que le donó la comunidad, que también se integra a sofocar las llamas lanzando agua con los utensilios manuales.

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