El presidente de República Dominicana, doctor Leonel Fernández, advirtió este viernes que su Gobierno actuará "sin contemplación" si se confirma que "hay manos criminales" detrás de las intoxicaciones que sufrieron cientos de estudiantes en los últimos meses tras ingerir el desayuno escolar.
El último de los casos sucedió ayer en el centro educativo Profesor Ángel Rivera, en la provincia de Azua (suroeste), donde 126 estudiantes se intoxicaron tras ingerir los alimentos.
Fuentes hospitalarias cifraron en un principio en 70 los escolares afectados, pero posteriormente las autoridades educativas confirmaron 126 casos.
Fernández expresó hoy su "preocupación" por este caso, que calificó de "inaceptable" sobre todo porque ha ocurrido en otras ocasiones, según un comunicado de la Presidencia.
El gobernante reveló que tiene informaciones "de acciones irregulares con relación a este caso proveniente de gente que tiene intereses" en el desayuno escolar y aseguró que "hay evidencias que ya los servicios de inteligencia del Gobierno han manejado".
En ese sentido, señaló que "si efectivamente se puede constatar que hay manos criminales en lo ocurrido y que han actuado por intereses mercuriales para afectar la salud de los niños, que se actúe sin contemplaciones aplicando lo que indique la ley".
Las intoxicaciones alimentarias han sucedido en centros educativos durante los últimos meses y han llevado a la Procuraduría General de la República a abrir una investigación sobre varios de estos casos, ocurridos en el norte del país, para determinar si ha habido una actuación criminal.
La Procuraduría anunció ayer que también dio instrucciones a la comisión encargada de investigar estos casos para que se desplace a Azua para recabar información sobre la intoxicación ocurrida en esa localidad.
El ministro de educación, Melanio Paredes, y el presidente de la Asociación Dominicana de Profesores (ADP), Radhamés Camacho, apoyaron esta semana que se lleven a cabo investigaciones sobre un supuesto sabotaje al desayuno escolar ante denuncias que vinculan estas intoxicaciones a la competencia entre empresas proveedoras de los alimentos.
"Esa guerra de competencia comercial se entendería si se tratara de ventas de papeles o naranjas, pero se está hablando de una estrategia (en referencia al suministro del desayuno en las escuelas) que fue concebida para reducir la pobreza, la desnutrición y deserción escolar", dijo Camacho.
Decenas de niños se intoxicaron el año pasado en escuelas del interior del país tras tomar leche contaminada que le fue suministrada en el desayuno, lo que llevó al Ministerio de Educación a suspender a su principal proveedor de este alimento.
Dicha cartera firmó un acuerdo en agosto pasado con el Sistema de Naciones Unidas para mejorar la educación, en especial, el aporte nutricional de los alimentos que se suministra en las escuelas públicas. EFE