Deterioro en distribución de agua potable

La escasez de agua registrada en la geografía nacional debido a los trastornos causados por el desplome en el sistema de las redes de distribución, unido esto a la sequía que afectó al país en los primeros meses del año, provocaron el 40% de las movilizaciones y protestas registradas en demanda del imprescindible líquido durante el año 2010.

En la República Dominicana, desde la creación del primer acueducto hace más de cuatro siglos, en el año 1543, la distribución de agua potable ha sido un total fracaso para la población, principalmente, en los barrios de la parte alta de la capital y otras demarcaciones.

Durante el transcurso del año 2010, diversos factores afectaron la distribución y la calidad del agua potable en el país, incluyendo la gran sequía en los primero seis meses, la condición deficiente de los sistemas de purificación, los controles mínimos de operación, los bajos niveles de mantenimiento de las plantas de tratamiento y, principalmente, los sistemas intermitentes.

Según fuentes consultadas, una de las razones por la cual gran parte de la población careció de agua potable durante 2010, se debió a que el 38.4% de los sistemas no cuentan con técnicas de cloración instaladas, lo que generó que miles de familias invirtieran sumas considerables en la compra del líquido. En las zonas rurales tampoco se garantiza que el agua esté desinfectada adecuadamente.

Por otra parte, a pesar de que las autoridades anunciaron que racionarían el servicio de agua potable en los barrios y llamaron a la población a reducir "considerablemente" el consumo del líquido, con el propósito de solucionar lo más rápido posible la situación, todo se convirtió en meras promesas incumplidas, lo que provocó serias protestas a nivel nacional.

El comportamiento de la problemática en relación con la falta de agua en las principales ciudades del país no ha tenido diferencias de clases sociales. Tanto en los barrios populares, como en las más prestigiosas urbanizaciones, los munícipes sufrieron las mismas circunstancias.

Ante las presiones de la población en los sectores más pobres y de clase medias, que realizaron decenas de piquetes y marchas exigiendo el servicio de agua potable, las autoridades de la Corporación del Acueducto y Alcantarillado de Santo Domingo (CAASD), anunciaron en diversas oportunidades el desvío de agua a los acueductos que abastecen a los sectores afectados por la escasez, además de su distribución en camiones-cisternas de manera gratuita, a fin de apaliar la situación.

Durante todo el año 2010, los residentes de los sectores del Naco, Kennedy, Gazcue, Honduras y Lotería, entre otros situados al sur y sureste de la capital, en decenas de ocasiones realizaron ruedas de prensa para denunciar que debido a la escasez del agua potable habían gastado gran cantidad de dinero para obtener tan vital servicio para el consumo humano.

Al igual que con los residentes de la clase alta y media, las comunidades ubicadas en la parte norte del Distrito Nacional manifestaron la grave realidad en que vivían, con escasez de agua total; en tanto que otras zonas revelaron la regularidad de su distribución, como son las barriadas de Villa Francisca, María Auxiliadora, 27 de Febrero, La Zurza, Capotillo, Villa Consuelo, San Carlos Los Guandules, Guachapita, Simón Bolívar, ensanche La Fe, y la Cañita.

Una de las provincias de la capital que más sufrió la penuria del agua potable fue Santo Domingo Norte, a pesar de que en esta demarcación las fuentes acuíferas, tanto superficiales como subterráneas, son visibles. Aún así, no hubo una distribución estable del líquido a través de las redes.
Entre las comunidades carentes de agua potable que manifestaron sus quejas, se encuentran la urbanización Máximo Gómez, Sol de Luz, Santa Cruz y Los Guarícanos, así como diferentes sectores ubicados en Sabana Perdida, La Victoria y San Felipe de Villa Mella.

Asimismo, Santo Domingo Oeste se sumó a las provincias que a pesar de poseer la principal planta de abastecimiento y distribución de agua, ubicada en el sector de Manoguayabo, careció del líquido, tal y como dieron a conocer los habitantes de Las Caobas, El Café de Herrera, Ensanche Altagracia, Los Girasoles, Enriquillo, Los Alcarrizos, Bayona, Pantoja, Los Peralejos, Las Palmas, Isabela y otros ubicados al noroeste.

Dicha circunstancia ocasionó fuertes protestas y la paralización de las principales vías de accesos a esas comunidades, en demanda de se normalizara el sistema de agua potable, ya que fueron quienes más sufrieron la situación durante 2010.

Algunas conclusiones

La falta de planificación en la distribución de redes y construcción de plantas purificadoras de agua han convertido a la República Dominicana en un desierto urbanizado, situación que preocupa a expertos nacionales e internacionales.

Las contantes protestas escenificadas en disímiles puntos de la nación, tuvieron como consecuencia que el día 7 Octubre de 2010, el Presidente de la República, Leonel Fernández, se pronunciara al respecto y manifestara a la población, a través del secretario de Estado y director de la Corporación del Acueducto de Santo Domingo (CAASD), Freddy Pérez, su interés por resolver los problemas de agua potable y del alcantarillado en el Distrito Nacional y la Provincia Santo Domingo.

Inquieto por el deterioro del sistema de agua potable y las constantes manifestaciones en el país, el secretario de Estado y director de la CAASD, en conjunto con los ministerios de Medio Ambiente y la Fuerzas Armadas, desarrolló a principio del mes de noviembre un amplio trabajo de saneamiento y sedimentación de las principales presas, a fin de mejorar la condiciones del agua y la distribución del líquido.

Hurgando en internet encontramos una información donde se afirma que: “durante los últimos veinte años, la República Dominicana ha logrado ampliar la cobertura de los servicios de abastecimiento de agua potable y de saneamiento en forma impresionante. Sin embargo, la calidad de dichos servicios deja mucho que desear, a pesar del gran crecimiento económico de esta nación durante la década del 2000”.

Según la red de distribución de agua de la CAASD, 72 campos de pozos son la columna vertebral para el abastecimiento del líquido en sectores de la provincia Santo Domingo y el Distrito Nacional, pero en realidad no cuenta con las condiciones para el consumo humano, ya que no poseen ningún tipo de filtrantes o planta de procesamiento.

Durante un recorrido realizado por reporteros de Dominicanoshoy.com por varias localidades donde se encuentran los campos de pozos de agua, se notó el abandono y la falta de inversión por parte de la Corporación Acueducto y Alcantarillado de Santo Domingo, encargada de mantenerlos en perfecto estado.

Un informe presentado por el Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas dio a conocer que la ausencia de acceso al agua potable y a un saneamiento adecuado provocó 1,6 millones de muertes al año, la mayoría niños menores de cinco años.

La República Dominicana requiere que las autoridades prioricen este abastecimiento y propicien que cada habitante reciba un servicio de agua potable, descontaminada y acorde con las normas de salud y lucha contra las enfermedades. En definitiva, se trata de acabar con la pobreza que abate y extermina, sobre todo a niñas y niños en el país.

Compartir esta publicación:

WhatsApp
Facebook
X
LinkedIn
Pinterest